Más árboles contra las olas de calor en Lima

En Lima son muy pocas las zonas donde se puede caminar en verano sin sentir un calor sofocante. Un ‘corredor verde’ es, por ejemplo, la avenida San Borja Norte, que atraviesa todo ese distrito y desemboca en una zona de parques alrededor del Cuartel General del Ejército o Pentagonito, cerca de la Panamericana Sur. Es una vía de varios kilómetros, con una berma central ancha, llena de árboles frondosos que dan sombra para caminar.

Hay otras vías principales, como la avenida Salaverry o Arequipa, donde también hay una presencia importante de árboles en su parte media y también es muy usada por peatones y ciclistas. Pero, en general, muchas avenidas principales de Lima y gran parte de la ciudad no son amigables con sus habitantes. Lima tiene apenas 3 metros cuadrados de área verde por habitante, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 9 metros.

En la última semana, Lima ha sufrido temperaturas de hasta 31 grados (en San Juan de Lurigancho y Carabayllo) y se anuncia desde el Senamhi que en los próximos días una ola de calor podría llevar los termómetros hasta los 35 grados. Este año sufrimos un fenómeno de El Niño Global, pero los próximos años serán igual de calurosos por el cambio climático. ¿Qué hacer entonces para adecuarnos a lo que se viene?

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Para el arquitecto urbanista Aldo Facho  Dede, la mejor forma de mitigar los efectos de las horas de calor, reducir la incidencia de la radiación ultravioleta en las personas y moderar la temperatura de los espacios públicos es con muchos árboles, con sombra.

-No es ciencia oculta. Esto se ha probado en todo el mundo-, dice.

En efecto, ciudades cercanas como Medellín, en Colombia, se han convertido en un ejemplo del cambio que puede hacerse aumentando las áreas verdes. Desde el 2016 hasta la actualidad, esa ciudad plantó 880.000 árboles y 2,5 millones de plantas pequeñas, transformó y conectó sus 16 corredores viales y los parques de toda la ciudad, convirtiéndolos en ‘corredores verdes’ y ‘enfriando’ esas zonas en hasta 4,5 grados menos que la temperatura ambiente.

Aquí, el informe ‘Evaluación estratégica de medidas para reducir la isla de calor urbana en la provincia de Lima 2021’, de la Municipalidad de Lima, señala que los distritos que experimentan islas de calor en más de la mitad de su superficie, por escasez de áreas verdes, son Villa María del Triunfo (86%), Pachacámac (70%), Santa Rosa (61%) y Villa El Salvador (51%). El mismo documento sostiene que la arborización, la creación de corredores verdes, la recuperación de las riberas de los ríos de Lima (Rímac, Chillón y Lurín) puede reducir entre 1 y 2 grados la temperatura de Lima central.

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También señala que hay una diferencia de hasta 4 ºC entre ciertos espacios del Cercado de Lima o La Victoria, y distritos próximos con más áreas verdes como Miraflores o Barranco. Al respecto, en la avenida México, que atraviesa toda La Victoria, la presencia de verde es casi nula.

Árboles para mañana

El arquitecto Aldo facho explica que las zonas arboladas de Lima fueron producto de la planificación urbana y propone la recuperación de las lomas de Lima porque pueden ser grandes áreas verdes en la periferia y bosques que protejan esas zonas de las invasiones. También señala que los parques zonales, algunos de ellos usados inadecuadamente hoy, pueden volver a ser los grandes pulmones de Lima en zonas que realmente necesitan de ello. Y no deja de lado la creación de grandes ‘corredores verdes’ en las principales avenidas de Lima y en los márgenes de los tres ríos que atraviesan la ciudad.

Además, señala que en las periferias se podría aprovechar la humedad de las lomas con atrapanieblas. Y explica que los dos últimos parques zonales que se han hecho —Santa Rosa y Flor de Amancaes— tienen plantas de tratamiento de aguas residuales porque —para no usar la valiosa agua potable— se deben aprovechar las aguas grises para el riego de las nuevas zonas verdes que se puedan generar. 

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-No se le ha dado importancia al arbolado urbano como elemento de calidad de vida y de la sostenibilidad en la ciudad. El árbol es esencial para garantizar un confort mínimo de sus ciudadanos. Los alcaldes los talan y ponen cemento sin razón-, dice.

Otras avenidas importantes de Lima tienen el problema de tener verde, pero no sombra. Por ejemplo, la avenida Wilson tiene algunos árboles grandes en su berma central, pero árboles raquíticos en sus veredas. Sobre esto, el arquitecto Wiley Ludeña señala que las autoridades han priorizado el verde ‘ornamental’ antes que un ‘verde social’ que de verdad sirva a la ciudad. Él incluso está en desacuerdo con poner árboles al centro de las pistas cuando deberían estar, sobre todo, en veredas y zonas por donde caminan las personas. El uso de palmeras y arbustos tampoco contribuye a crear sombra o el ambiente fresco que otros sí dan.

En el documento de la Municipalidad de Lima sobre las islas de calor se decía que se estaba planeando sembrar en la capital 4 millones de árboles al 2030, el desarrollo de 63 km de corredores verdes al lado de las ciclovías de la ciudad y la implementación de biohuertos urbanos y agroparques. Es un documento de la gestión del alcalde Muñoz, trabajado con C40 (Grupo de Liderazgo Climático constituido por 40 ciudades que buscan adaptarse al cambio climático) y la Universidad politécnica de Madrid, el cual es un estudio serio y sustentado. Hasta el momento no se han visto avances en este sentido en la gestión del alcalde López Aliaga.

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Por ser Lima una ciudad con problemas de agua, lo ideal sería sembrar árboles que brinden sombra y no necesiten tanto líquido: el molle serrano y costeño, el ficus, el jacarandá, la casuarina, entre otros. Además, crecen rápido. Los veranos limeños pueden ser cada vez más intensos y vale la pena empezar desde ahora esa adaptación para combatir las olas y las islas de calor que sufre y sufrirá la capital. Más verde, más árboles, más sombra, más salud. Se ha probado en todo el mundo y es una apuesta a futuro en la que todos ganamos.

Canales preíncas y nuevos parques

Enfoque. Aldo Facho Dede - Arquitecto urbanista

Las zonas arboladas en Lima son el fruto de un diseño urbano planificado, que aprovechó el legado ancestral preínca que canalizó el río Rímac e hizo de este valle un lugar fértil. Esos canales irrigan hoy los grandes parques de Lima central y las principales avenidas. El canal del río Surco atraviesa varios distritos y en su desembocadura origina los pantanos de Villa. Han sido muy importantes para la ciudad. Por otro lado, ¿por qué no generar grandes parques en zonas que se están trasformando? La zona industrial del Cercado de Lima, la Panamericana norte, Santa Anita, San Juan de Lurigancho, donde hay grandes predios para hacer vivienda y comercio. Allí se pueden generar áreas para parques, aunque sea chicos, complementarios a la construcción. Hay que encontrar un equilibrio entre el desarrollo inmobiliario y el desarrollo sostenible.