Netanyahu ignora a los EEUU, por Mirko Lauer

"En lo histórico Netanyahu corre el riesgo de liquidar por largo tiempo la imagen judía originada en el holocausto, y consolidada en el Estado de Israel como una de las democracias del mundo".

Este último ataque israelí a Rafah pone en evidencia que Joe Biden no va a poder frenar a Benjamín Netanyahu, con todo lo que eso significa para sus perspectivas electorales frente a Donald Trump. Está claro, pues, que Israel y Netanyahu se juegan el todo por el todo, en lo interno, en lo regional, en lo geopolítico y en lo histórico. Es un momento bíblico, de tan decisivo.

En lo interno la extrema derecha no tiene el menor interés en retroceder, y todo sugiere que ven el futuro de la Franja de Gaza y de su población bastante parecido a su pasado. Para eso Netanyahu tiene que lograr algo parecido a ganar la guerra. Si bien nadie tiene una idea sobre cómo sería eso, debemos pensar que no será bonito.

En lo regional una neutralización de Hamas y de los tentáculos iraníes permitiría a Tel Aviv retomar el camino de los entendimientos con Arabia Saudita y otros países fuertes del mundo árabe. El macroatentado de Hamas del siete de octubre pasado buscó impedir eso, bloqueo que sigue siendo un objetivo para palestinos e iraníes.

En lo geopolítico Israel se está jugando la buena voluntad de los EEUU, el principal aliado que ha tenido desde 1948. La feroz respuesta a Hamas ha creado en muchas partes del orbe una creciente reacción anti-sionista que sólo una paz cabal con ganancias para los palestinos podría mitigar. Otro simple triunfo militar de Israel no bastaría.

En lo histórico Netanyahu corre el riesgo de liquidar por largo tiempo la imagen judía originada en el holocausto, y consolidada en el Estado de Israel como una de las democracias del mundo. La campaña “Israel genocida” va a ser muy difícil de revertir, pues la viene impulsando desde el inicio un antisemitismo antiguo y eficaz.

¿Los cuatro puntos anteriores significan que obedecer a Biden le resolverá muchas cosas a Tel Aviv, por no decir todas? Parece que ya es tarde para eso. Los enemigos de Israel, antes invencible, lo han visto debilitado. Eso es un llamado a buscar la yugular del Estado judío, y obliga a este a persistir en una guerra de línea dura.

Pero es esa línea dura –muchas víctimas, mucha destrucción, mucho padecimiento humanitario- la que ha llevado al país de Netanyahu al infeliz punto en que se encuentra ahora. En el año 70 a.C. los romanos destruyeron el templo.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).