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Gaza, protestas estudiantiles y el Perú mudo, por Diego García-Sayán

“La guerra no es solo contra los palestinos, sino también contra el Estado de derecho: muchos abogados palestinos están ya muertos o detenidos impunemente desde hace meses”.

Masivas e intensas protestas estudiantiles en las principales universidades estadounidenses. Desde la Universidad de Columbia, en Nueva York, hasta Berkeley (California), la protesta se extendió a lo largo y ancho del país. Insólito e inesperado furor contestatario de masas estudiantiles de las universidades más prestigiadas de los EEUU y del mundo.

Mientras tanto, el Perú guarda silencio. Alguna vez nuestro país fue muy relevante para lo que ocurría en la zona de Israel y Palestina. Pero hoy, cuando los partidos que controlan el Congreso han tomado las instituciones públicas para servirse de ellas, el poder político está concentrado en tomar el sistema de justicia y el sistema electoral para también servirse de él. Y en un tema trascendente como la guerra en Gaza, el Perú guarda silencio.

Recordando Vietnam

Fascinante lo que ha estado viviéndose en los EEUU. La movilización estudiantil masiva en curso ocurre en las universidades top. El eje movilizador es claro: el cuestionamiento frontal al papel de EEUU y de la administración Biden en sostener la guerra de Netanyahu contra Gaza y su población.

Algo así no se veía en las universidades estadounidenses desde las protestas estudiantiles masivas en las décadas del 60/70, contra la guerra de EEUU en Vietnam. Esa guerra no terminó por “inercia”: las protestas fueron claves. Tenían razón y ayudaron al fin de la guerra, que concluyó por el fracaso militar, que llevó a negociaciones y al retiro de los EEUU de Vietnam.

Luego (1976) se reunificó el país como la República Socialista de Vietnam. Y todo evolucionó notablemente, al punto que hoy son fuertes las relaciones bilaterales entre Washington y el régimen de Hanoi. El comercio bilateral ha crecido espectacularmente después del Acuerdo Comercial Bilateral del 2001: creció 1.200%. De US$1,5 mil millones el 2001 a los espectaculares US$20 mil millones 10 años después y a bordear los US$100 mil millones el 2023.

Esta fue una articulación interesante, que evitó dejar a los EEUU “hipotecados” a su relación en la zona solo con Japón o Corea del Sur, cuando la República Popular China sigue creciendo en la región.

Protestas contra la guerra en Gaza

Las protestas de la juventud estadounidense de hoy contra el ciego respaldo económico y militar a Netanyahu en su guerra contra Gaza no son solo de las últimas semanas. Se vienen movilizando millones desde hace rato, mientras en el panorama no aparecen las luces de negociaciones para ponerle fin a este genocidio contemporáneo.

Por eso son tan relevantes las protestas estudiantiles en EEUU, por asuntos de principio. Es probable, incluso, que algunos, en teoría, puedan hasta simpatizar con los demócratas. Pero, así las cosas, si votaran en la elección de noviembre, difícilmente lo harán por Biden. La guerra no es solo contra los palestinos, sino también contra el Estado de derecho: muchos abogados palestinos están ya muertos o detenidos impunemente desde hace meses. Esto afecta las normas y estándares de la ONU sobre protección a los abogados.

No llama la atención que estudiantes de abogacía en Columbia, Harvard o Berkeley exijan el fin de la agresión.

Impacto de las protestas

El mundo está observando esta “explosión” en los campus universitarios estadounidenses, con una mezcla de sentimientos de conmoción, entusiasmo y alarma. Las escenas de las protestas -y de las detenciones de manifestantes- han sido noticia en todo el mundo. Además, surge la pregunta de si no queda implícito el indicio de que en la elección presidencial de noviembre esa juventud democrática difícilmente votaría por Biden. O, acaso, ni siquiera se acercaría a votar.

Pregunta esencial: ¿cuál será el impacto de detener -o disminuir- el apoyo indiscriminado que recibe Netanyahu desde hace meses en su guerra contra Gaza? Parece obvio que la situación solo empeorará de continuar el sostenido apoyo de Biden/Blinken a Netanyahu. Y se seguirá repitiendo la masiva destrucción en Gaza, aumentando los más de 35.000 civiles palestinos muertos, la mayor parte de ellos niños y mujeres.

Mensajes “de estos tiempos”

Como era previsible, estas protestas estudiantiles no son vistas con simpatía por los sectores más conservadores, que están hoy a la ofensiva en distintos lugares del mundo, no solo en EEUU o el Perú. Movimientos sociales de protesta que -no es novedad- suelen ser materia de simplificación -para su satanización posterior- por esos extremistas que hoy pululan.

Es curiosa la limitada reacción y análisis que ha merecido en la región este importante movimiento social de la juventud universitaria estadounidense. Una excepción es la de los dos periódicos más importantes de Colombia, El Tiempo y El Espectador, que publicaron la semana pasada editoriales de apoyo a las protestas estudiantiles.

En nuestro país es poca -o nula- la atención que estas protestas han generado. También es dato de la realidad la relativa paralización actual del movimiento universitario peruano, aún acosado por denuncias penales y satanizaciones extremistas provenientes del Pacto corrupto.

Influye en todo ello, acaso, el soso ambiente político y el silencio sepulcral de una Cancillería que destaca hoy por su ausencia, y que parecería sentir que el asunto de Gaza o el Medio Oriente no nos concierne. Pero quienes conocen de historia saben que el activo papel diplomático del Perú fue decisivo en 1947 para la creación de Israel por la Asamblea General de la ONU ese año. 

Fue el Perú, también, uno de los primeros países que levantó en 1967, en Naciones Unidas, su voz firme cuando Israel ocupó, ese año, territorios palestinos y los Altos del Golán, que nunca devolvió. Por el contrario, instauró en ellos un “apartheid” de facto contra los palestinos, junto con la creciente proliferación de asentamientos israelíes fuera de sus fronteras.

Todas las resoluciones adoptadas en la Asamblea General o en el Consejo de Seguridad desde 1967 (por ejemplo la 242/1967) contaron con el voto a favor del hoy silente Perú. Y todas han sido incumplidas/ignoradas impunemente por el Estado invasor/ocupante.

Gaza nos concierne

Verdadera “olla de presión” y de tensión que tiene que ser abordada si se quiere construir paz mientras se está imponiendo guerra e intolerancia, atacando principalmente a la población civil, particularmente niños y mujeres. Pagan diariamente con sus vidas la incesante agresión.

¿Nada que decir desde nuestra ausente Cancillería? Grave la extensión a todo el Estado de la mediocridad gubernamental, que hoy inunda todos los sectores. El Pacto corrupto es, pues, también esto. Un Estado sin principios, valores ni relevancia. Pasada la persecución y ataques indiscriminados producidos en el Perú contra el movimiento social durante 2022/2023, se afectó al movimiento estudiantil universitario. No es iluso, aun dentro de la actual gris hegemonía del Pacto corrupto, esperar con optimismo el resurgir de una reacción social. Esta, como la comunidad internacional, pueden ser claves para cuestionar guerras de agresión o la acelerada destrucción de la institucionalidad democrática por la corrupción, como la que viene produciéndose en el Perú.

Diego García Sayán

Atando cabos

Abogado y Magister en derecho. Ha sido ministro de Relaciones Exteriores (2001- 2002) y de Justicia (2000- 2001). También presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Fue Relator Especial de la ONU sobre Independencia de Jueces y Abogados hasta diciembre de 2022. Autor de varios libros sobre asuntos jurídicos y relaciones internacionales.