Reencontrar al Perú, por Hugo Otero

“Los políticos son responsables de este vacío que ha permitido borrar la política, convirtiéndola en buque insignia de la corrupción…”.

La gran tarea de la política es movilizar a la mayoría aplastante que rechaza al Congreso y a la presidenta Dina Boluarte, para formar una república donde sean protagonistas y partícipes las diferentes expresiones sociales del Perú.

Las cifras del rechazo masivo están por encima del 85% y dentro de este mar opositor existe una corriente subterránea de indignación cuya magnitud desconocemos, y que puede estallar con consecuencias imprevisibles.

Hace mucho tiempo no se ve una gran movilización —ni de izquierda ni de derecha—, pues la mayoría no cree en los políticos enredados en peleas intestinas por ambiciones insaciables, mientras que el 50% está afectado por la inseguridad alimentaria, la más alta de América Latina, y la pobreza crece sobre el 27%, según los datos de las Naciones Unidas. Es el resultado del abandono criminal producido por la conducta culpable de quienes dirigen el país.

No existe el discurso que comprenda el colapso de millones de peruanos. Que les devuelva la confianza y los motive a seguir una causa por la cual todos estén dispuestos a actuar, aun con sus diferencias. 

El Perú necesita un nuevo relato para formarse como nación viable, que reúna a las diferentes idiosincrasias de las regiones, con una visión superior a la del agotado centralismo limeño. Los políticos son ajenos a esta aspiración, más bien forman parte del espectáculo grotesco de “pan y circo” que los antiguos romanos utilizaban para engañar al pueblo.

El discurso político actual no es percibido como el legítimo portavoz del país. Sin embargo, nunca fue tan necesario para que la sociedad entienda el sentido de un mundo cada vez más complejo.

La política ha sido reemplazada por espectáculos como el fútbol, las presentaciones de bandas musicales en grandes escenarios o los encuentros religiosos masivos, entre otros.  Además, la publicidad comercial es parte de la invasión que sumerge a la política con la promoción de sus marcas que utilizan símbolos patrios para anunciarse y venderse.

El internet, aunque es una herramienta de expresión poderosa, se ha convertido en un lugar donde prima la agresión, destruye y no cumple una función movilizadora.

Los políticos son responsables de este vacío que ha permitido borrar la política, convirtiéndola en buque insignia de la corrupción. Que ha anulado lo específico de su narrativa social y es utilizada para ganar dinero como cancha.

Por el contrario, la política necesita un cambio radical para recuperar la esperanza y lograr el reencuentro con los peruanos, sobre la base de acuerdos democráticos compartidos. 

La política requiere políticos honestos que conozcan profundamente el país, sus usos, sus costumbres, su historia social y su cultura, que comprendan el alma del pueblo que sigue sin ser escuchado.

Hugo Otero Lanzarotti

Publicista, periodista, me gusta participar en la creación y realización de campañas de comunicación.