Educación capturada

“Porque si a alguien ha golpeado más la llamada ‘fatiga pandémica’ en el Perú es a los dos polos vulnerables de la población”.

El último sábado, cientos de padres de familia salieron a marchar en Lima para pedir el retorno de sus hijos a la escuela, como parte de un continuum de actividades que el colectivo “Volvamos a Clases Perú” está preparando a efectos de lograr alguna respuesta del actual gobierno y que ponga fin a una reclusión infantil que empieza a hacerse odiosa.

Porque si a alguien ha golpeado más la llamada “fatiga pandémica” en el Perú es a los dos polos vulnerables de la población: los adultos mayores y los párvulos. Y la situación se muestra funesta, pues el premier Bellido ha deslizado la idea de que –eventualmente– el encierro se prolongaría hasta mediados del 2022.

De concretarse esto, sería terrible.

El retorno a clases presenciales no solo está impactando a los propios involucrados, sino también al país mismo, pues hay al menos una generación de peruanos jóvenes que ha entrado en un “retraimiento formativo” que nos va a pasar factura en el mediano plazo. Eso en un contexto de desempleo y recesión económica es imperdonable.

¿Qué hacer? Tres cuestiones han funcionado en soporte a una apertura que mitigue los riesgos, en base a soluciones de innovación social: 1. Escuela por horas y por grupos de alumnos: de esta manera se controla la proporción de los que van a clases presenciales, a fin de poder contar con un aforo adecuado que acompañe al distanciamiento físico entre los estudiantes. 2. Escuela híbrida: donde los contenidos que deben fijarse podrían entregarse a través de medios digitales o mediáticos (radio y televisión). Estos contenidos se repasan o profundizan durante los días de clase presencial. Aquí es vital contar con un seguimiento adecuado de los tutores en casa. 3. Aprendizaje consciente y responsable: la pandemia es una estupenda oportunidad para fortalecer en los estudiantes la autorregulación de las emociones. El aprendizaje del cuidado propio para salvar la vida del otro es una estrategia formativa crítica que se está potenciando fuertemente en los países donde ya se han abierto las escuelas en un porcentaje relevante. El Perú no debería ser un paria al respecto.