Es triste ver cómo con los años aquellos que en algún momento fueron tus referentes se van desdibujando. Cómo con el paso del tiempo relajan sus convicciones y bajan la valla de sus principios hasta convertirse en todo aquello que, en algún momento histórico, cuestionaron y combatieron con argumentos y valentía. Como he dicho antes, no es que –como todos– no tengan derecho a cambiar de opinión, lo más decepcionante es que para defender sus nuevas banderas recurran a las mentiras y desinformaciones que alguna vez combatieron y de las que hasta fueron víctimas.
Lourdes Flores Nano es una de ellas, aunque no la única. Tengo fresco el recuerdo de aquella histórica sesión en el parlamento, durante mis primeros años como periodista, cuando ejerció la defensa legal y política de los miembros del Tribunal Constitucional destituidos por el dictador Fujimori por declarar inconstitucional su reelección. Aquel día se enfrentó a Enrique Chirinos Soto, el acusador, y fue una clase magistral en vivo de derecho constitucional. Aún me emociona.
Por aquellas épocas no era común ver a una mujer en público empoderada y escuchada por todos. Cuando Lourdes hablaba en el hemiciclo, los demás guardaban silencio. Para una joven mujer y periodista como yo fue cautivante. Considerada una promesa política de su generación, LFN fue destacada por la revista Time y la CNN en 1999 como una de los 50 jóvenes líderes continentales del siguiente milenio.
Han transcurrido 22 años desde entonces y no puedo dejar de preguntarme ¿en qué parte del camino se perdió aquella joven promesa de la política peruana? Sus desaciertos políticos, sus vínculos con la corrupción y el triste papel que cumple ahora defendiendo el insostenible argumento del fraude terminaron por sepultar a aquella mujer combativa y demócrata que un día, en un tiempo lejano, fue.
Esa Lourdes, desde mucho tiempo atrás, dejó de existir, pero no puedo evitar sentir tristeza y nostalgia por la política del pasado. Esa que fue gravitante en la caída de la dictadura fujimontesinista y que usaba el derecho para defender la institucionalidad democrática, pero que hoy se vale de leguleyadas, trampas y fakes sin vergüenza ni decoro. Lourdes está en ese lado oscuro del que ya no se puede volver.
Periodista de profesión. Ha trabajado en diversos medios de comunicación. Fue parte del equipo fundador de Canal N donde se desempeñó como Productora General, posición que también ocupó en ATV + participando desde la concepción del proyecto. Fue productora general del portal de noticias Espacio 360 y tiene experiencia en comunicación corporativa.