Tenemos dos encuestas que muestran una reducción en el voto en blanco, viciado y el no precisa que favorece a la candidata de Fuerza Popular. En Datum la diferencia es significativa en lo estadístico. Esto no ocurre en el caso de Ipsos, pero se podría imaginar una posible tendencia. Analizar los resultados por segmentos es más limitado, por lo pequeño de las bases, pero en las dos encuestas se aprecia un crecimiento del voto a favor de Keiko Fujimori en Lima, entre las mujeres y en los sectores más jóvenes del electorado. En el caso de Castillo, ambos sondeos muestran su fuerza en las regiones, una tendencia a crecer en el Sur y en los rangos medios de edad. Solo el tiempo permitirá ver el sentido de ese movimiento. No sabemos cómo impactará el primer debate, si habrá ajustes en las estrategias y cómo se moverán los indecisos. La campaña continúa.
El cambio entre quienes no definían su voto, votaban en blanco o viciado puede tener diversas causas. Por un lado, sería una reacción esperable luego de los miedos y temores generados por los primeros resultados de los sondeos de segunda vuelta. En los mismos se mostró (y todavía lo hacen) una gran distancia a favor de Castillo. La preocupación de un sector de la ciudadanía ha estado acompañada de cambios en el enfoque de algunos medios que son bastante evidentes. Además, ha movilizado diversas iniciativas de propaganda que han circulado por medios sociales, paneles y demás canales de comunicación. Un cambio que mostraría que hay una parte del voto antifujimorista que puede modificarse si la situación apremia. La misma encuesta de Ipsos, cuando pregunta por la intensidad de la intención de voto por cada candidato, muestra que lo que más se ha movido es la reducción del antivoto hacia el fujimorismo (de 55% a 50%). El otro factor sería que se haya sentido un giro en el discurso de la candidata de Fuerza Popular. Si bien recién en el debate en Cajamarca mencionó con énfasis un compromiso con el cambio (a su modo), algo de esto se ha venido dando en días previos. Puede que haya sido más evidente en los canales paralelos de comunicación al partido naranja, pero finalmente le habrían terminado sumando ¿Luego de esta reacción, su intención de voto se seguirá moviendo?
En el caso del candidato de Perú Libre, ambas encuestas le dan alrededor de un 40%, sin mayor movimiento entre una medición y otra. Luego de un primer amago que invitaba al diálogo, así como a posibles ajustes en su propuesta, el candidato del lápiz ingresó a una zona de generalidades y a privilegiar su recorrido cara a cara versus declaraciones a los medios masivos.
En la segunda vuelta, al menos en un sector de la población, se demanda más precisiones y detalles sobre qué se piensa hacer. Esto estuvo acompañado de una serie de expresiones cívicas que demandan, a ambos candidatos, mayor claridad en sus propuestas. Es probable que esto haya impactado más en el profesor, pues es quien ha tenido mayor dificultad para aclarar derroteros. La combinación de frases como “no más pobres en un país rico” con “que el pueblo decida” dan cuenta de un discurso populista que anima a un sector, pero mantiene en vilo a otros. A esto se le debe añadir la reactivación de la presencia de Cerrón y allegados que lleva a pensar que Pedro Castillo tiene que resolver algunos asuntos al interior de su agrupación, y con sus posibles aliados, si quiere mejorar su posición electoral. Debatir en Cajamarca puede que le sume, pero habrá que ver qué ocurre en los siguientes días.
Luego de las primeras reacciones y del primer debate, recién comienza la segunda parte de la campaña. Esto ya no es como la primera vuelta donde el interés se incrementó con el tiempo. Hoy la atención ciudadana es alta y cada decisión, error o iniciativa cuentan. ¿Habrá más debates?
Elecciones 2021
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