Cuando empezó la cuarentena, unos 8 millones de peruanos tuvieron permiso del gobierno para salir a trabajar. Un cuarto de la población o 47% de la PEA activa ocupada (ENHO, 2018) Ver aquí: https://bit.ly/3gjRxUM. Quiere decir que nunca hubo un encierro total. Miles salieron a trabajar con la anuencia del gobierno y sin protecciones obligadas a sus empleadores. Allí están no solo los peruanos del sector público, policías y personal de salud desprotegidos, sino de la gran empresa y privados que presionaron para estar en la lista de ‘trabajos esenciales’, como los de las minas que ahora tienen cientos de infectados.
Habrá cosas buenas que resaltar de las decisiones de Vizcarra, pero lo imperdonable es que haya cedido, y continúe cediendo, a las presiones de los grupos de poder económico. Es imperdonable que casi 7 millones de peruanos aún no hayan recibido un sol de los bonos, como bien ha apuntado la excongresista Marisa Glave (ver aquí: https://bit.ly/2Bf6iIl). Gente que no tiene qué comer en el día y es estigmatizada por salir a ganarse la comida para su familia.
Cuando el dinero es para las grandes empresas le llaman rescate financiero y los empresarios no se quejan del Estado, al contrario, hacen lobby y lo presionan. Pero cuando es para ayudar a los pobres le llaman asistencialismo, populismo y hasta comunismo.
Les importa nada a esos empresarios que más de la mitad de los peruanos sean pobres o estén en el umbral de la pobreza y que no puedan sobrevivir estos 70 días en encierro. Les importa que sus arcas no se vean afectadas.
En el colmo de la indolencia, mientras millones de peruanos aún no tienen ayuda del gobierno, las AFP tienen un préstamo del Banco Central de Reserva para que no tengan que sacar de sus fondos para pagarles a los peruanos ¡SU plata! Siendo ya el colmo que la ayuda a la clase media para abajo salga de sus propios fondos con los que las AFP especulan, se suma el colmo de que ¡el gobierno financie la liquidez de las AFP a través del Banco Central de Reserva! Lo explica en detalle el investigador y sociólogo Francisco Durand aquí: https://bit.ly/2ArxxPK. En el colmo del descaro botan a Luis Alberto Arias Minaya del Banco de la Nación por haberse negado a usar fondos del Banco de todos los peruanos para entregar el dinero que las AFP tenían que entregar durante la emergencia. Ante su negativa, la brillante idea fue usar el BCR como banco para las AFP. Con la plata de todos los peruanos. Dan asco. Como da asco el monopolio de las farmacias que encarecen las medicinas en plena crisis de salud y las clínicas privadas a las que les importa un bledo si los peruanos en el sistema público se están muriendo porque no hay camas UCI, cuando las camas privadas están vacías y solo las llenan si pueden destripar como buitres a la gente con miles de miles de soles impagables para la mayoría.
El Perú está enfermo, pero no solo de coronavirus sino de algo peor, clasismo y desprecio por la vida de los más pobres por parte de los grupos de poder económico. Cosa que podría ser detenida si no fuera porque el poder político termina sometiéndose o haciendo negocios.
El virus del clasismo es peor que el Covid-19 porque tiene mala intencionalidad y mal propósito. Pero el crimen peor es que quienes tienen el poder político se sigan aliando y sometiendo haciendo que paguen con sus vidas la mayoría de peruanos. Si Vizcarra no se diferencia en esto del resto de gobiernos, habrá echado su futuro político a perder. Si es incapaz de darle a más de ¾ partes de la población el verdadero bono universal, por persona (no por familia), durante 2 o 3 meses, usando el padrón de Reniec y los dineros de todos los peruanos para todos los peruanos, su diagnóstico será reservado.
Claudia Cisneros. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.