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Mosuo, la comunidad china donde las mujeres mandan y los hombres ejercen la crianza

Las mujeres mosuo son jefas de hogar, pueden tener múltiples amantes solo si lo desean y nunca se casan. Por dicha razón, los hombres no deben vivir con ellas.

Entre los mosuo no existe el matrimonio como un vínculo permanente. Foto: Agencia de viajes Cultusa
Entre los mosuo no existe el matrimonio como un vínculo permanente. Foto: Agencia de viajes Cultusa

En el suroeste de China habitan los mosuo, una minoría étnica que aún practica la sociedad matriarcal. Situado entre las provincias de Yunnan y Sichuan, junto al lago Lugu, se alza una ‘montaña-diosa’ que emula la silueta de mujer: es Gemu, la deidad femenina a la que esta comunidad rinde culto.

La abogada singapurense Choo Waihong explica en su libro La tribu de las mujeres su experiencia en ese ‘reino’, como se denomina el territorio en mosuo. Según cuenta a EFE, en esta comunidad, las mujeres son la cabeza de la familia, mientras que los hombres llevan la figura de apoyo.

“Estamos acostumbrados a ver familias patrilineales. Para entenderlo, tenemos que pensar justo lo contrario”, explica. No obstante, a su particular idiosincrasia matrilineal se agrega su condición matriarcal. “El matriarcado hace referencia a las relaciones de poder y, en los mosuo, las mujeres tienen más poder que los hombres, la ‘jefa’ es la abuela”, describe.

Múltiples amantes

Cuando las mujeres alcanzan la madurez, pueden elegir a sus amantes. En esta etapa, tienen la opción de seleccionar tantos como quieran. Las parejas no suelen vivir juntas y se maneja un especie de ‘matrimonio ambulante’.

Los mosuo “no cimentan una relación sentimental que sea social o legal, una relación que se vaya a prolongar en el tiempo”, aclara Choo Waihong.

“Suelen tener una media de entre cinco y seis a lo largo de su vida, según han descubierto algunos estudios sociológicos”, agrega.

Los bebés que surgen de estos matrimonios son criados exclusivamente por las familias de las madres y son los hermanos y los tíos los responsables de desempeñar el papel paternal. Del mismo modo, los padres biológicos, que no se ocupan de sus hijos, sí lo hacen con sus sobrinos y sobrinas que habitan en sus casas.

Globalización y pérdida de la tradición

Choo Wainhong afirma que solo el aislamiento ha permitido hasta ahora la supervivencia de esta tribu y su forma de sociedad matriarcal. Sin embargo, el efecto de la globalización y la llegada de Internet han tenido efectos notorios en la comunidad.

“Ahora todo el mundo tiene electricidad, agua, teléfono móvil y conexión entre las montañas (...) Llegas a una casa mosuo y pides la contraseña, todo el mundo ve China’s Got Talent y las ligas de fútbol europeas. Siguen, desafortunadamente, la cultura mainstream”, precisa la autora.

Esta situación pone en peligro que cada vez más jóvenes se vean atrapados entre la modernidad y la tradición. Ya existen quienes optan por la idea del amor romántico que se visualiza en las películas.