Russell Castañeda: “En otros países la música es celestial... aquí, es tomada como un hobby"

Bajista, arreglista, director musical. Su álbum ‘Nitro’ de Rusell Castañeda se estrenó el 13 de diciembre en el Lounge-Bar “La vida misma” de Miraflores.

Russell Castañeda
Russell Castañeda

Por: Bruno Cueva Villafuerte

Russell Castañeda se formó como productor musical en escuelas de jazz y tango de Argentina. En su retorno a Perú comenzó siendo arreglista y director musical de Lucía de la Cruz. Del mismo modo, en la actualidad, es bajista de Susan Ochoa. Hoy nos presenta ‘Nitro’, su primer disco de World Music.

¿En qué momento de tu vida decidiste dedicarte a la música?

Desde que mi padre me regaló una guitarra en Navidad, cuando tenía 15 años, no la solté. A pesar de eso, al principio mi familia no me apoyó. “Estudia ingeniería, psicología, lo que quieras que sea de la universidad”, me decían, como si mi pasión fuera un pasatiempo. Con el pasar de los años, una hermana me sugirió estudiar en Tierra del Fuego, Argentina, donde ella radicaba. No lo pensé dos veces y me fui. Mi padre me ofreció ayuda económica, pero con la condición de aprender ambas profesiones.

¿Cuáles son las novedades que nos traes con tu nueva producción?

‘Nitro’ recopila ritmos y sonidos del mundo como el funk, latin jazz, rock, heavy metal, entre otros. Sin embargo, uso de base al festejo, vals o landó; esa fusión destaca por ser diferente, un trabajo que aún no se ha hecho aquí.

¿Cómo ha sido este proceso de producción como solista?

En RC Studio he contado con el apoyo de grandes músicos como Pedro Luis Pacora o Jesús ‘El Viejo’ Rodríguez, quien triunfó en Viña del Mar con ‘Ya no más’ de Susan Ochoa. Además, he contactado a gente originaria para que me oriente en el quechua. Oscar Santisteban Cole, nominado a los Latin Grammy en 2017, por su parte, fue mi ingeniero de sonido. Él realizó la masterización: quedó un disco a nivel internacional.

¿Cómo es trabajar como productor musical en el Perú?

Ser original es un poco difícil porque la mayoría solo piensa en dinero. Prendes la radio, escuchas una canción y la siguiente suena igual. Le cambian la letra, un par de cortes y listo. Cuando quieres proponer algo nuevo, te dicen: “Eso no pega, no vende”. En otros países, asimismo, la música es celestial; aquí, es tomada como un hobby.

¿Qué le dices al purista que defiende lo tradicional y no la fusión?

Estoy 10 años en esto y los puristas, aquellos íconos de la música peruana, han tratado de limitarme. Antes les hacía caso; sin embargo, no estaba siendo yo. Comprendí que el artista se caracteriza por su originalidad. Les diría que todo cambia, todo evoluciona. El vivo ejemplo es Carlos Vives. Su vallenato suena en el mundo porque lo mezcló con el pop.

¿Hay falta de reconocimiento al tipo de trabajo que tú haces?

Estamos al tanto de todo desde que llamamos al músico, grabamos con él y corregimos su material. ¿Acaso alguien se fija en quién compuso la primera melodía? Obviamente todos le prestan atención solo al cantante (risas). Tratamos de que ese estereotipo se rompa.

¿Contra qué luchaste por tus sueños?

Mis padres me hicieron estudiar Ingeniería Industrial tres años. Después, me mudé a Buenos Aires y me entregué de lleno a lo que me gusta. En el tiempo que empecé a estudiar, mi papá dejó de enviarme dinero, atendí en restaurantes, vendí tickets en la calle, me ‘recurseaba’.