Natalie Rocfort: “La belleza de estafotografía está en eternizar la magia del nacimiento”

Estudió en la U. de Lima y cursó talleres de fotografía en varios países. Pertenece a una asociación internacional de fotógrafos de partos.

Por: Carlos Paucar

¿Por qué hacer fotografías de partos?

Hace muchos años, estaba con un amigo fotógrafo y vi una foto de su esposa en parto. Me quedé absorta, me impresionó tanto… Además, en mi caso, perdí un bebe hace unos años y para mí esto de la fotografía de partos se volvió como una terapia.

Es un momento especial para la familia, pero para la mujer es un hecho doloroso.

Una oportunidad que no se repetirá. Por eso creo que quien lo registre debe tener un equipo profesional, poseer la técnica, la visión, como para hacer una foto que capture el dolor de estar pasando por un parto.

He visto tus fotos y hay recién nacidos unidos todavía al cordón umbilical, con restos de placenta… ¿Encuentras una estética allí?

En una cesárea o parto natural, hay caras de dolor, hay sangre, hay llanto, la placenta… No es bonito en términos estéticos, pero la belleza de ese tipo de fotografías es poder recobrar la magia de cómo un niño realmente llega al mundo, y lo importante que es para la familia. En realidad, la belleza del momento justamente es el nacimiento.

Entonces, como artista visual, ¿si hallas belleza, te impresiona ese momento?

Más que decir “qué bonito, guau”, es un tipo de fotografía impresionante y hermosa en su estilo. Yo incluso he llegado a las lágrimas al ver nuevamente las fotos que he hecho y creo que es un efecto que puede darse en muchas personas, no solo mujeres o madres. Muchos al ver las fotos dicen: esto es algo que no veré así nomás, definitivamente.

¿Es difícil encontrar colaboración del padre y personal médico? ¿Cómo logras ese momento?

Hay padres que eligen no registrarlo, pero hay otros que me dicen necesito esa foto, sí, la quiero. Pero muchas veces, desafortunadamente, no se consiguen permisos de doctores o clínicas.

Hay muchas trabas.

En el Perú, en Lima, es muy difícil, casi imposible, hacer este tipo de fotos. En la primera convocatoria gratuita, que hice en el 2016, tuve unas 300 mamás diciéndome que querían la foto de sus partos. Logré concretar 7 partos… Es muy difícil porque el permiso no lo puedo tramitar yo, debe ser la mamá la que gestione. El doctor debe dar permiso y la clínica también.

¿Y has tenido experiencias poco gratas?

Me han cerrado puertas. Me da mucha pena porque dejan a las mamás con las ganas de tener registro de un momento tan especial.

De un momento irrepetible.

Las mamás no vemos el instante en que nuestros hijos nacen. Estamos del otro lado del parto. Y para nosotras es muy especial. Hay países como Estados Unidos y Brasil que la fotografía de partos es normal, mucho más fácil de realizar, por supuesto, respetando las reglas de los doctores para no comprometer la salud de la paciente que en realidad es lo primero y lo más importante.

¿Esto lo ves como una realización profesional?

Como proyecto personal me permitió curar muchísimas heridas y además para mi es impresionante estar presente en un parto y me da una satisfacción única, que no repito en otra ocasión de mi carrera como fotógrafa. Hacer foto de un recién nacido o niño es hermoso, pero de un parto es algo inexplicable.