Injusto. Sistema de reconocimientos es desigual en institución policial. Mientras que oficiales ascienden dos veces por una misma acción de hace diez años, a nueve suboficiales que por meses corrieron peligro para identificar cabezas de grupo criminal en Trujillo se les negó ascenso inmediato pese a recibir recomendación por ser la “principal línea de acción frente a organización”., Por años la ciudad de Trujillo estuvo desbordada por la inseguridad. Extorsionadores y sicarios obligaban a pequeños y medianos empresarios a pagar cupos si deseaban preservar su negocio. PUEDES VER: Para poner coto, el comando policial esbozó en febrero del 2014 un plan coordinado con los jefes de la Oficina de Inteligencia de La Libertad, la Dirección de Inteligencia de la Policía (DIRIN) y la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior (DIGIMIN). Decenas de agentes de inteligencia de esas unidades se pusieron a disposición de un comando de inteligencia a cargo del coronel PNP Felipe del Castillo, a fin de ubicar a los principales componentes de la organización dirigida desde la prisión por Samuel Correa Gamarra, alias "Paco". Tres meses después de una intensa labor, el 26 de junio de ese año, el comando desplegó un gran operativo en Lima, La Libertad y Lambayeque. Viviendas, automóviles y dinero fueron incautados, así como drogas y armas de la organización de "Paco". Al menos 32 personas de la organización criminal fueron apresadas, entre ellas el brazo legal y el ejército de sicarios. Los detalles de la operación fueron contados por el jefe de Dirtepol-Trujillo, general César Gentille, en un informe de 210 páginas. El alto jefe policial recomendó en el informe Nº 118-2014REGPONOR-SEC, al comando policial en Lima, condecorar y felicitar a 450 policías entre oficiales y suboficiales, como "una forma de estimular al personal que más ha destacado en estas acciones". Además de este numeroso grupo, César Gentille destacó en particular la labor de diez policías. Recalcó que la tarea de esos agentes de inteligencia fue determinante. Para el alto oficial, "su integridad estuvo en permanente peligro durante los tres meses y medio que duró su labor" y fueron ellos finalmente "la línea principal de acción frente a la organización criminal". Gentille no dudó en recomendar el ascenso a la clase inmediata superior por la causal de "acción distinguida", una modalidad que solo se ofrece a quienes se enfrentan con armas de fuego. Sin embargo, el caso lo ameritaba para el jefe de la Diterpol-Trujillo. Invisibles El 31 de julio del 2015, más de un año después de la operación bautizada como "Tormenta del Norte 2014", el ministro del Interior, José Pérez Guadalupe, firmó una resolución en la que felicitaba a los más de 400 efectivos por acción meritoria. El comando policial también condecoró a los jefes de inteligencia que participaron en el operativo. No obstante, nueve agentes DIGIMIN y del grupo Terna que el general Gentille señaló que estuvieron en "primera línea enfrentando al grupo criminal" no fueron ascendidos. El Consejo de la Orden de la PNP declaró primero "estimado" solo condecoración para ellos, pero luego descartó esta última porque alegaba que la labor de esos agentes de inteligencia eran "funciones propias de su trabajo". Trato desigual Miguel Tapia, agente de la Dirin, fue uno de los nueve policías que no recibieron el ascenso inmediato prometido. Diez suboficiales de su unidad sí fueron condecorados y otros tres felicitados cuando cumplían las mismas funciones. Compañeros de su unidad, de menor grado y quienes trabajaron bajo sus órdenes, sí fueron condecorados. El coronel Felipe del Castillo, su jefe directo y quien recomendó su ascenso inmediato, sí fue condecorado. Al igual que todos los superiores que estuvieron ligados al operativo. Con una vida casi marginal, aislado de sus compañeros, familia y de su propio jefe al cual se reportaba cada noche desde una cabina de internet, Tapia aguardo 52 días a que el brazo derecho de "Paco", Roberto Yupanqui Charcape, dueño de una flota de vehículos, apareciera en alguna de sus dos viviendas en Esperanza Baja, uno de los barrios más peligrosos de Trujillo. Y eso casi le costó la vida. Una tarde un auto con cuatro sujetos en el interior lo interceptó, uno de ellos le gritó: "Así que tú eres el soplón de la policía, cuídate concha de...". Otro que estaba sentado atrás mostraba su pistola por la ventana y le decía: "Esto te espera". Dado que su identidad ya era conocida, el coronel del Castillo le encomendó otra misión no menos peligrosa: seguir a un sicario que trabajaba para "Paco". Pese a su labor arriesgada, Tapia y los otros no obtuvieron el mínimo reconocimiento. La República informó que el comandante Juan Padilla no ascendió por puntaje. Sin embargo, una resolución del ministro del Interior, Pérez Guadalupe, hizo posible que este ascendiera por una acción distinguida del 2006. Por otra acción ese mismo año ya había sido promovido a comandante. “Todos corren riesgos, si tienes miedo salte, ¿para qué postulaste?” El agente Tapia espera desde hace meses que el director de la PNP, el general Vicente Romero, lo reciba. No solo le negaron un ascenso sino también le impiden su traslado a Lima. Él alega razones de seguridad, pero también razones de índole conyugal y de salud familiar. - "Todos vienen con el mismo cuento. Ayer fue un alférez", le dijo el director de Personal, general PNP Quintanilla Chacón. En una audiencia con otro oficial superior, la respuesta fue igual de humillante: "De lo que cuentas, te creo 80%. Todos corren riesgos, ¿tienes miedo? Salte de la PNP. ¿Para qué postulaste? ¿Quieres casarte? Es tu problema, debiste hacerlo en acto masivo". Lejos de motivarlo, el director de Personal acepta su cambio pero le exige devolver los S/ 7.500 entregados hace casi dos años por viáticos de traslado a Trujillo. Sin ascenso, ni condecoración ni felicitación, Tapia se siente indignado por el trato recibido.