Maite Vizcarra (*) @techtulia,El próximo lustro será esperanzador y retador para el Perú. Las condiciones macroeconómicas base están dadas y es además un período de cambios sustanciales a nivel mundial, enmarcado dentro de una “Cuarta Revolución Industrial” que como nunca antes nos impondrá abrazar un imperativo –definido en los mejores términos de Kant– categórico de nuevo cuño: el de la tecnología. No en vano, este año el Foro Económico de Davos dedicó sendas reuniones a explicar los retos y oportunidades que la Cuarta Revolución Industrial tendrá en nuestras vidas productivas en los próximos –justamente– cinco años. El bastión de esta nueva Revolución Industrial es la velocidad. Los próximos años el mundo empezará a experimentar una velocidad inusitada en los sistemas de producción, distribución y consumo, que transformarán de manera irreversible –sin punto de retorno– la forma de generar riqueza. De ahí que a las economías del llamado primer mundo, la Cuarta Revolución Industrial, les demande una serie de acciones que están desplegando con gran velocidad, acorde a los tiempos. Alemania intuyó la Cuarta Revolución Industrial en el 2006 cuando trazó su High-Tech Strategy y la ratificó en el 2011 con la ayuda de un grupo de empresarios, políticos y expertos que andaban preocupados por la manera en que el Internet de las Cosas (IoT) afectaría al futuro industrial del país. Liderados por la multinacional Bosch, constituyeron un grupo de trabajo para que les ayudara a crear un marco común de aplicación de las nuevas tecnologías en la industria. Este grupo, al que denominan Industria 4.0, se encargó de describir cómo sería la vida en las nuevas fábricas, donde todos los procesos estarán conectados gracias al IoT. Puede pensarse que el Perú está lejos de estas realidades y que tal vez, hablar de una Cuarta Revolución Industrial sea demasiado prematuro. Lo cierto es que –si como bien lo ha indicado el novísimo Ministro de la Producción, Bruno Giuffra– apuntando correctamente al objetivo, podemos aprovechar la potencia que trae la tecnología de esta nueva revolución. Hace bien el ministro Giuffra en convocar a expertos peruanos dentro y fuera del Perú para ayudarle a atisbar mejor la ruta. Y haría mejor si intentase introducir en algunas de las empresas/sectores champion del Perú alguna de las tecnologías propias de esta nueva revolución. ¿Suena riesgoso? Tal vez, pero como diría Shimon Peres, “lo más prudente es arriesgar”. (*) Experta en innovación tecnológica.