Mi nombre es Gonzalo Torres del Pino. Tengo 47 años. Actualmente conduzco Mañana maldita por radio Planeta 107.7 y A la vuelta de la esquina por Plus TV,Gonzalo Torres ha pasado por muchísimas disciplinas artísticas y por varios medios de comunicación. Empezó como el popular ‘Gonzalete’ en Pataclaun y ahora conduce A la vuelta de la esquina. Aquí nos cuenta detalles sobre todos los retos que ha venido enfrentando, ¡y va por más! PUEDES VER: Alexandra Grande: “No puedo ser mediocre y celebrar el puesto 14 en una Olimpiada” ¿Cómo empezaste con Pataclaun? Salí del colegio en el año 86, hice música con un grupo de amigos, pasé a La Liga del Sueño y empaté con Pataclaun, que tiene una larga vida teatral antes de la televisión y empezó como algo muy novedoso y distinto. Era un humor sobre cosas que estaban sucediendo. Se hablaba del terrorismo, de la ciudad en toque de queda, los cortes de agua o luz, cosas trascendentales. Luego vino el boom televisivo. ¿Consideras que ‘Gonzalete’ llegó a ser un estigma? Sí, pero más que estigma era un encasillamiento. No había más vida más allá de ‘Gonzalete’, de Pataclaun, y sentía que era como una camisa de fuerza. Era, además, un personaje bastante particular… ‘Gonzalete’ era un cura libidinoso al que le gustaban las mujeres mayores de edad. Creo que el hombre, así tenga una sotana, tiene una sexualidad. Todos los seres humanos la tenemos, solo que algunos se dedican a reprimirla. En paralelo también te desarrollaste en tu carrera… Sí, en comunicación. He sido director creativo en agencias de publicidad, he hecho creatividad mucho tiempo y luego me dediqué al teatro. Llevé un taller con Alberto Ísola… Incluso llegaste a dirigir, ¿no? Sí. Hice un diplomado en dirección teatral con Coco y Mateo Chiarella y ya pues… uno nunca deja de aprender y sorprenderse. Luego entré a la radio, regresé a la televisión con A la vuelta de la esquina… ¿Qué es lo que más te marcó de A la vuelta de la esquina? Son muchas anécdotas. Al principio, cuando salía a la calle, todo el mundo era: “¡Gonzalete!, ¡Gonzalete!”, pero conforme ha pasado el tiempo –¡ya voy 12 años ahí!– la gente que me decía “Gonzalete” era menos y comenzaba a escuchar: “¡A la vuelta de la esquina!, ¡A la vuelta de la esquina!”. He visto ese cambio y me agrada mucho porque hablamos de un programa que habla de nuestra historia e identidad. Creo que nadie ama lo que no conoce y eso tratamos de hacer con A la vuelta de la esquina. Siempre has hecho tu trabajo con algo de humor. ¿Qué traerá este 2017? Sí. Si hay algo transversal a lo que hago es que trato de ponerle, sino una risa, por lo menos un espíritu lúdico. Creo que con buen ánimo y simpatía la gente recibe mejor las cosas. Ya no es “la letra con sangre entra”, ahora es “la letra con humor entra”. Este año voy a estar dirigiendo un pequeño unipersonal que ha escrito Katia Condos y debería estar listo en marzo. Además sigo con Mañana maldita en la radio y A la vuelta de la esquina.