Existe mucho potencial. Las ventas habrían descendido en 40% en dos últimos años. Los economistas consideran importante definir una política industrial en el país, dentro de la cual los textiles y confecciones deben jugar un rol importante.,Marco Alpaca es un confeccionista de Gamarra, es gerente de su propia empresa, D' Ocram, donde vende ternos para varones. En los últimos dos años, las ventas de su tienda cayeron en 40%, por efecto de una menor afluencia de público al emporio comercial y además, un menor poder adquisitivo de los clientes. Este verano, los estragos de El Niño Costero también impactaron en la tienda de Marco, que como el resto de confeccionistas de Gamarra tiene en las regiones del Norte a un comprador que le demanda hasta el 40% del total de su producción. PUEDES VER Ganaderos conquistan mercado italiano con la fibra de vicuña "Nos alaban porque pasamos de la vereda a la tienda, pero no se han detenido a pensar en nosotros como emprendedores reales...", comenta Alpaca. Como él, en Gamarra existen actualmente 71.734 trabajadores, cuyas economías dependen del futuro de la industria textil. Según cifras de la Coordinadora de Empresarios de Gamarra, este rubro viene a la baja, pues en los últimos diez años la caída del sector textil y confecciones llevó al cierre de un 25% de las fábricas y a una reducción de similar cantidad de puestos de trabajo. La situación, señala el gremio que agrupa a un gran número de empresarios del emporio comercial, es crítica y requiere de una urgente intervención del Estado. De hecho, el 1 de junio del 2016, el entonces candidato a la presidencia PPK llegó hasta Gamarra, y firmó un compromiso para reactivar la industria textil nacional. Un año después, lamentan los empresarios gamarrinos, nada se ha hecho. Hora de decisiones El economista Bruno Seminario dijo en una entrevista concedida a La República que el sector textil y confecciones es el más representativo de la manufactura y el gran problema del país es que durante los últimos diez años no hubo una decisión sobre lo que se quiere para esta industria. "La producción manufacturera lleva cayendo desde hace diez años, desde el 2008, tienes que decidir qué hacer, ¿Vas a desindustrializar totalmente o vas a reaccionar? ", indicó. Añadió que con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con China se permitió la invasión de prendas chinas. "Tienes que definir una política industrial, ahora lo que tienes es un ministro que dice que el descenso de la producción manufacturera está muy bien", anotó el docente de la Universidad del Pacífico (UP). Definir una política industrial, tal como lo prometió PPK hace un año en Gamarra, como hoy lo piden los textileros, permitiría encontrar las bases de un nuevo crecimiento para el país. Dicha diversificación productiva se hace urgente, cuando se observa las cifras de la producción minera, que en abril del 2017 fue de 0%, en marzo cayó en 2,7% y se espera que en los próximos meses mantenga modestos desempeños ante la ausencia de megaproyectos que entren en operaciones en el corto plazo. Además, el último reporte del INEI indica que el sector fabril no primario se contrajo en 1,52% en el primer trimestre del 2017. Para el economista de Centrum Católica, Kurt Burneo, poner atención en el sector manufacturero es de vital importancia para la economía, toda vez que se trata de una actividad con intensiva demanda de mano de obra calificada. Explicó que la mejora del sector manufacturero les daría mayor competitividad a los empresarios, lo cual les permitiría aprovechar de mejor forma los 21 TLC que tiene firmados el Perú. Advirtió que uno de los efectos de la falta de competitividad de las empresas peruanas es la balanza comercial deficitaria con los países con los que se tiene preferencias arancelarias. Hoy las calles de Gamarra lucen invadidas de prendas chinas precisamente por el arancel cero del que gozan las prendas de ese país- El presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Andreas von Wedemeyer consideró que el crecimiento de 2,5% de la Manufactura este año se alcanzará con medidas que apunten a una mayor competitividad y mejor infraestructura.“Textil y confecciones es muy importante, hay cierta recuperación de este subsector que implica toda una cadena de producción que se inicia desde el productor de algodón hasta el comercio, generando miles de puestos de trabajo", manifestó.