Desde hace un año, un cuarteto de cuerdas integrado por chicas de la Orquesta Sinfónica Juvenil interpreta temas de Pedro Suárez Vértiz, Gun's N' Roses y hasta de Game of Thrones. Por su aniversario, alistan su primer disco, conciertos gratuitos y nuevas versiones., En octubre del 2006, Mayrah Valdivia llegó desde Venezuela sin sus padres, sin sus amigos, pero con su viola. La jovencita de 16 años dejaba a una Caracas en crisis: no había trabajo, seguridad, ni dinero. "No había mucho que decir. Yo fui la primera que vino al Perú". Tres meses después, hicieron lo mismo sus padres, su hermano y su mascota. Su mamá se trajo hasta el árbol de Navidad. A los nueve años, en Venezuela, Mayrah había comenzado su vínculo con la viola —un instrumento que la mayoría confunde con el violín, aunque tenga un sonido más grave y mayor tamaño—. La eligió porque sus brazos eran muy cortos para un arpa y porque no quería tocar el violín. A los 16 años, cuando vino al Perú con su instrumento en la mano, el vínculo traspasó las paredes de una escuela de música: se convirtió en una herramienta para relacionarse con el resto. "El cambio de sociedad fue chocante. La música me sirvió para continuar con mi vida. Sentía que aún estaba en casa". Mayrah, 25 años, instrumentista de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario, no tiene intenciones de volver a Venezuela. "No soportaría otra vez cambiarme de país". Por el momento, la violista que dicta clases de música en colegios públicos de Lima, antes que planes de salida, tiene proyectos en casa. Su nueva casa. Uno de los más importantes lo comparte con la chelista Ghislaine Valdivia y las violinistas Marta Robles y Faridde Caparo. Se llama Blú Quartet, y es un cuarteto de cuerdas que, desde hace un año, interpreta temas de música popular. Cuatro artistas profesionales que no solo tocan las composiciones de Beethoven o de Mozart sino que hacen vibrar sus cuerdas al ritmo de Sweet Child O' Mine de Guns N' Roses; Cuando pienses en volver de Pedro Suárez Vértiz; Beat It de Michael Jackson y We are the champions de Queen, una de sus más recientes grabaciones. Blú Quartet nació hace un año. Nació por placer. Su creador y productor musical, Micky Tejada, 37 años, le propuso a Mayrah Valdivia armar un cuarteto de cuerdas clásico (dos violines, una viola y un chelo). La búsqueda de las integrantes no demoró mucho: todas eran compañeras de la Orquesta Sinfónica Juvenil. Era la primera vez que estas jóvenes, menores de 26 años, grabarían temas populares en un estudio de música, y la primera en la que Micky Tejada mediría los resultados a través de las redes sociales. Blú Quartet es una apuesta por lo clásico, pero adaptada a estos tiempos. El próximo sábado será su primer aniversario. Ya han tocado en la cena de presidentes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), frente a Barack Obama y Vladimir Putin; se han presentado en el Gran Teatro Nacional, y han hecho mano a mano con roqueros peruanos como Charlie Parra. Lo que comenzó como un proyecto de amigos del Conservatorio Nacional de Música se convirtió en una propuesta discográfica que saldrá a la luz entre junio y agosto. Serán alrededor de quince temas versionados. Huainos, criollos y pop con instrumentos clásicos. Chabuca Granda, Bruno Mars, Pepe Villalobos en las manos de cuatro chicas. Una de ellas es Ghislaine Valdivia, chelista de 24 años, profesora de música, aficionada a la natación. La hermana de siete músicos profesionales aprendió a tocar piano y flauta traversa cuando ni siquiera acababa la primaria. Lo hizo aunque su gusto por el deporte opacaba el que tenía por los sonidos. "No quería saber nada de la música. Yo quería nadar". Sin embargo, su hermana pianista intentó persuadirla mostrándole un instrumento de cuerda, uno que veía por primera vez: el chelo. "Lo vi y no pude", dice. Ahora, va por las calles con su enorme instrumento. En la calle lo llaman violín grande. En el aeropuerto dicen que es un simple bulto. "Este primer año (de Blú Quartet) ha sido de muchas sorpresas. Tuvimos un gran recibimiento. Esta es una propuesta nueva", dice Ghislaine, cuya espalda requiere de terapia médica por el esfuerzo que hace al manipular su violonchelo. Por su aniversario, el cuarteto no solo sacará un disco sino que ofrecerá conciertos gratuitos. Poco a poco, y sin que haya sido su objetivo, acercan la música clásica a los oídos acostumbrados a lo popular. La fiebre GoT Los primeros que aparecen en escena son Ghislaine y su chelo. Están en un avión militar. La joven roza con sus manos inquietas las cuerdas de su instrumento. Luego cierra los ojos. La música estalla. En la siguiente escena, aparecen las Blú Quartet rodeadas por los helicópteros de la base aérea del Ejército Peruano. Faridde Caparo, con vestido largo, toca su violín al lado de una aeronave. Marta Robles y Mayrah Valdivia hacen lo mismo con sus instrumentos cerca de un batallón de militares. Este video de Blú Quartet, publicado hace menos de dos semanas, tiene más de once mil visualizaciones en YouTube. Su popularidad creció por el tema elegido: el opening de la exitosa serie de televisión Game of thrones - GoT (Juego de Tronos). El cuarteto adaptó la composición del músico alemán Ramin Djawadi y la publicó en su cuenta de Facebook cuando faltaban menos de tres meses para el estreno de la sétima temporada de la serie. Ninguna de las Blú Quartet sigue la serie. Por lo menos no antes de que grabaran el tema. Mayrah y Ghislaine nunca la han visto. Marta apenas la conoce. Faridde se animó a verla después de interpretar el cover. "Game of Thrones parecía una buena idea desde el inicio", dice Micky Tejada, compositor, productor del cuarteto, y el mayor seguidor de GoT. Pero para que lo producido llegue a Facebook se necesita un trabajo audiovisual previo. El video de Game of Thrones apareció en las redes sociales luego de que Hugo y Juan Carlos Flores —Flores Brothers Producciones— se ofrecieran a grabar el tema después de verlas tocar en un local de Barranco. City of Stars (de la película La La Land), Cuando pienses en volver y Sweet Child O' Mine son algunas de las versiones ya publicadas. Pero hay temas que aún no se estrenan: José Antonio, Valicha, Mi comadre Cocoliche, Sé que todo ha acabado ya (Pedro Suárez Vértiz), Todo estaba bien (Río). Eso será lo nuevo del cuarteto. Sus inicios La madre de Marta Robles dejó Arequipa para que su hija, entonces de 17 años, se convirtiera en música profesional. Marta se mudó a Lima para estudiar en el Conservatorio y dedicar su vida al violín. "El instrumento es tu propia voz. Lo que te amarra al instrumento es tocar y sentir que puedes hablar con él", dice la joven de 26 años, hija de dos profesores y hermana de ingenieros. Ahora vive de eso. Por las mañanas trabaja en la Escuela de Folclore José María Arguedas, por las tardes ensaya en la Orquesta Sinfónica Juvenil. Los fines de semana puede participar en eventos particulares. Lo mismo pasa con Faridde Caparo, la violinista de 24 años, que trabaja en un colegio y en la Orquesta Sinfónica Juvenil. En julio, la joven formará parte de una gira con la Orquesta de Las Américas. Junto a más de 70 músicos, mostrará su talento en Chile, Argentina y Brasil. "Pero estoy empezando a escuchar rock pesado. Y me gusta. Me parece bravazo". Su familia, que se trasladó de Lima a Arequipa para que sus hijos crezcan en una provincia, debió emprender el retorno cuando un profesor le dijo que Faridde, de nueve años, tenía futuro en el violín. Ella forma parte de una generación de música "pegamujeres", como la llaman. "Esas musiquitas de letras fuerte, innecesarias para la sociedad", apunta Mayrah. Las Blú Quartet tratan de ser tolerantes o, en todo caso, de usar audífonos. Hace poco, tocaron en el penal Cristo Rey de Cachiche, de Ica. En esa visita fugaz no hablaron con más internos que con los de la orquesta.Compartían un lenguaje. Dicen que las cuatro quieren aprovechar su música para difundir los sonidos que no todos conocen. "Es importante una transformación social por medio de la música". ,