Por lo menos nueve personas murieron en los últimos diez días por enfrentamientos con las fuerzas del orden ante la falta de alimentos. El hambre ha provocado numerosos saqueos y la situación en Venezuela –según la oposición– ya es de crisis humanitaria.,Jenny Ortiz Gómez tenía 49 años y era camarera de un hotel de la ciudad de San Cristóbal. El lunes 6 de junio murió tras recibir varios perdigonazos en el rostro y la cabeza durante un saqueo en el Estado de Táchira, suroeste de Venezuela. Al percatarse del alboroto, ella corrió en busca de su hijo menor de edad, pero los disparos, provenientes de un arma de las fuerzas policiales venezolanas, la encontraron antes que siquiera pudiera divisar a su pequeño. En circunstancias parecidas, en las últimas dos semanas han muerto por lo menos 8 personas más, incluidos dos niños. El hambre y el desabastecimiento de medicinas comienza a generar desesperación a lo largo del territorio llanero donde, según el Observatorio Venezolano de Violencia, cada día se producen por lo menos 10 episodios similares que enfrentan a la población hambrienta con la Policía y la Guardia Nacional. Britani Lara y Eduardo Leonera, de 4 y 11 años, también fueron víctimas de la desesperación ante una escasez que ha puesto a Venezuela en una grave crisis ya no solo política y económica, sino también social, en los últimos meses. Los dos niños perdieron la vida el lunes último en Guatire, ciudad del estado de Miranda, mientras hacían cola en un centro de abastos. Según versiones recogidas por la prensa local, todo ocurrió en medio de una balacera y hasta el momento apuntan a que los hombres que dispararon desde una motocicleta están vinculados a las bandas que intentan hacerse del control de la venta de comida. La pequeña Britani, vestida con su uniforme escolar, estaba con su madre cuando recibió un tiro en el pecho. Eduardo estaba en el mismo lugar y falleció camino al hospital. Ese día también resultaron heridas ocho personas. A cientos de kilómetros de ahí, en un mercado ubicado en El Tigre, estado de Anzoátegui, también perdió la vida Gruber Yamil Morales Solano. El hombre, de 27 años, fue asesinado tras sostener una discusión con otras personas en una larga fila para la compra de productos. Los testigos aseguran que el pleito comenzó cuando no se respetó el orden de llegada para entrar, "previamente negociado" con el centro de abastecimiento. En el estado de Sucre, en el oriente venezolano, esta semana murió Carlos Colón Castañeda mientras observaba las protestas que los pobladores hacían por falta de alimentos. Hace una semana, Osmel Fuente Bermúdez, de 27 años, murió en El Cerezal, ciudad de Cumaná, luego que miembros de la Guardia Nacional disolvieran una protesta por la falta de víveres, con balas y perdigones. De acuerdo con el Observatorio de Conflictividad Social, este año en Venezuela han ocurrido 2 mil 779 protestas. Reveló, además, que el 2015 fueron asesinadas 28 mil 875 personas en todo el territorio llanero, diez mil más de las que reconoce el gobierno de Nicolás Maduro. Sólo entre enero y mayo de este año, 2 mil 327 fallecidos fueron ingresados a la morgue de Bello Monte, en Caracas, y los propios miembros de las fuerzas estatales son investigados por el Ministerio Público al estar señalados en las muertes de numerosas personas durante distintas protestas. Esta crisis también ha tenido víctimas por la carencia de medicamentos: hombres mujeres y niños cuyas vidas pudieron salvarse. Oliver Sánchez, diagnosticado con linforma de No-Hodgkin, se hizo tristemente famoso al ser fotografiado con un cartelito en el que pedía se le ayude a conseguir medicamentos. El pequeño de 8 años murió hace tres semanas tras entrar en coma y contraer meningitis. Desde la oposición le han pedido al Ejecutivo que "reflexione" sobre la decisión del Tribunal Supremo de declarar inconstitucional una ley para atender lo que consideran ya una emergencia humanitaria. El Ejecutivo no responde. En tanto, se siguen perdiendo vidas absurdamente. ap