Espectáculos

Paul Florez revela que fue difícil cantar con Makuko y Percy Chapoñay: “Me dieron mucha inseguridad”

Paul Florez, el piurano que compartió escenario con las leyendas de Armonía 10, revela cómo fue trabajar con Makuko Gallardo. Además, cuenta que no fue fácil, para él, compartir escenario con los más grandes de la cumbia.


Paul Florez revela que Makuko Gallardo era 'palomilla', pero, a la vez, muy culto. Fotos: Facebook/Armonía 10
Paul Florez revela que Makuko Gallardo era 'palomilla', pero, a la vez, muy culto. Fotos: Facebook/Armonía 10

Este 6 de julio, Armonía 10 celebrará sus 52 años de trayectoria en la explanada Plaza Norte. Los encargados de interpretar los grandes éxitos de la agrupación serán los cantantes Carlos Carmona, Dino Sánchez, Irvin Saavedra, Percy Labán y Paul Florez. Justamente, este último da detalles del show y recuerda sus inicios en la música.

Paul Florez, quien nació en el barrio de los fundadores de Armonía 10, se mostró orgulloso de haber compartido escenario con las máximas leyendas de la agrupación, tales como Makuko Gallardo, Percy Chapoñay, César Saavedra, Tony Rosado, entre otros. Además, revela que antes de ser cantante quiso ser guitarrista, pero a raíz de la pobreza, su familia no le pudo comprar un instrumento.

Florez, también conocido como el ‘Ruso’, también cuenta, en esta entrevista para La República, que además de cantante, también es compositor. Y que, incluso, Armonía 10 ya le ha grabado algunos temas de su autoría.

—Son casi 52 años de Armonía 10, ¿qué se siente ser parte de una de las agrupaciones más importantes del país?

—Súper nervioso, pero a la vez súper contento. Así como es una gran alegría, también es una gran responsabilidad estar presente en esta época, cuando Armonía 10 cumple 52 años (...) y aportar un poquito a mis compañeros en el escenario y pasarla muy bonito este 6 de julio en Plaza Norte. Es una alegría inmensa compartir nuestro arte con tanta gente que le gusta nuestra música.

—¿De niño te imaginaste dedicarte a la música?

—Siempre fue una ilusión -de pequeño- poder cantar o estar en la música. Más que cantante, me hubiera gustado ser guitarrista o bajista.

—¿Sabes tocar algún instrumento?

—Más o menos. Cuando uno es de barrio o de clase humilde, es más difícil conseguir un instrumento, o que tu papá o tu mamá te lo pueda comprar. Siempre soñé con una guitarra, me la puede comprar después, cuando ya no tenía tiempo de tocar. Tenía que trabajar. Ahora tengo muchas guitarras, pero no me sé ninguna canción completa. Sé tocar los acordes (de la guitarra), un poco del piano y del bajo; eso me ayuda a componer algunas cancioncitas.

—¿Te gustaría que Armonía 10 grabe tus canciones?

—Ya me han grabado tres o cuatro canciones. Bueno, ahora he dejado un poco (la composición) por la chamba y por los viajes. Desde el año pasado he vuelto a la orquesta y el tiempo no nos da (...) he tenido temporadas en que me han salido muchas canciones como temporales de sequía, que no te sale nada.

Paul Florez y su paso por Amonía 10

—¿Cómo fue tu ingreso a Armonía 10?

—Yo soy del barrio de Armonía 10. De niño he visto cómo ensayaban los grandes músicos de esa época como Makuko Gallardo, Percy Chapoñay, César Saavedra y Tony Rosado. Después tuve la gran bendición y la gran suerte de poder compartir escenario con ellos.

—¿Con quiénes?

—Trabajé con Makuko Gallardo, con Percy Chapoñay, César Saavedra, Roberto Moreno, Martín Pérez, Carlos Soraluz. Era muy bonito compartir con ellos por todas las historias que te cuentan. Fue genial escucharlos. He tenido la suerte de trabajar con casi todos de ellos y era muy entretenido escuchar sus experiencias, sus anécdotas. Tuve mucha suerte de compartir con los que hicieron prácticamente la historia (del grupo).

—¿Alguna anécdota con uno de ellos?

—Con el señor Makuko. Yo le decía ‘Don Alberto’. Él viajaba solo, en dos asientos, y yo me sentaba con Roberto Moreno. Toda la chacota del viaje era con Makuko y con el maestro Koky Álvarez, que era muy amigo de Makuko. Él leía mucho. En toda su ‘palomillada’, era  muy culto. Sabía hablar, sabía expresarse, leía cuatro o cinco periódicos o algún libro. 

—¿Cuál es la canción que más te identifica?

—De Armonía 10 hay muchísimas canciones bonitas, la gran mayoría son hermosas. Me gustan los boleros rancheros, la nueva ola, la música antigua. Por ende, me encanta la música clásica de Armonía 10, del segundo long play y el tercer long play. De las canciones que aún se tocan, hay una que más me gusta. Se llama ‘Lágrimas’, que ahora tengo la suerte de cantarla, la piden mucho.

Paul Florez y sus grandes desafíos en la música

—¿Te tocó pagar derecho de piso en la música?

—Entré muy joven, muy inexperto. Creo que fue un error -con los años recapacito- subirme a una orquesta de esa talla (Armonía), con tantos monstruos en el escenario. Para mí, al comienzo, era como un juego. Venía de estudiar música porque mi sueño era ser músico y de cantar rock con un grupo de amigos, pero la cumbia está en nuestra sangre. Cuando desperté del sueño y de las primeras emociones, fue muy difícil darme cuenta del peso y la responsabilidad. La pasé muy bien, pero con los años me dieron mucha inseguridad de si realmente merecía estar allí. Obviamente, no lo merecía porque fue un golpe de suerte, pero con los años aprendí a tomar la importancia que realmente tiene pertenecer (al grupo). 

Paul Florez revela que 'Lágrimas' es su tema favorito en Armonía 10. Fotos: Facebook/Armonía 10

Paul Florez revela que 'Lágrimas' es su tema favorito en Armonía 10. Fotos: Facebook/Armonía 10

—¿Ahora sí sientes que mereces estar en donde estás?

—Todos merecemos oportunidades. Aparte de esa suerte que te da la vida, se debe incentivar el trabajo, el esfuerzo propio. Y creo que me he esforzado mucho para darle sentido a ese trabajo. Llevar estas canciones tan importantes de la cumbia hacia nuestro público es una gran responsabilidad, pero también una gran alegría.

—¿Cuál es el mayor sacrificio que has tenido que hacer por la música?

—Tenemos la suerte de viajar mucho,  pero es muy difícil alejarnos de nuestra familia, sobre todo cuando tenemos niños pequeños o algún Día de la Madre. 

—¿Y cuál es la mayor satisfacción que has logrado?

—Ser populares o conocidos, y que en la calle te saluden (...) siempre tratamos de ser los más amistosos posibles con la gente que nos demuestra su cariño.