Luis Briceño: “Necesitamos trabajar en una conectividad estratégica y multimodal”

La identificación de nuevas intervenciones en las vías de transporte amazónico, así como la reducción de la deforestación y el impulso de los bionegocios, son algunos de los puntos que se están tratando en el V Congreso de Emprendedores Amazónicos (CEA) 2024. La República entrevistó a Luis Briceño, director ejecutivo de la Mancomunidad Amazónica, sobre los objetivos que trazará el Plan Estratégico de Desarrollo Integral de la Amazonía al 2050.

-¿Cuál es la propuesta de la Mancomunidad Amazónica para el desarrollo de la economía en la selva?

-En la mancomunidad tenemos un plan para reducir la deforestación a un 80% y en esa línea, obviamente se han identificado espacios para realizar inversiones y eso lo hemos enviado a los pueblos de intensificación productiva, que tienen condiciones de conectividad y fuerza laboral, además de otros aspectos que son necesarios para la promoción de la inversión privada. 

Entonces, podríamos tener una diversidad de oportunidades, empezando desde plantaciones forestales, con las tierras aptas para promoverlas, pero también para impulsar la acuicultura, la ganadería y las cadenas productivas del café, el cacao y otros productos. 

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-¿La reducción de la deforestación plantea algún efecto directo sobre el bajo porcentaje de ecoturismo, actualmente en 2%?

-Correcto, yo hacía referencia un poco al plan que hemos trabajado para reducir la deforestación y este plan contempla muchas intervenciones. Lo estamos trabajando e impulsando de manera articulada y, efectivamente, como opción de las economías tradicionales, hemos planteado un concepto de la nueva economía forestal que comprende el turismo de naturaleza, los bionegocios y la economía circular.

En el turismo de naturaleza, creemos que las regiones amazónicas, especialmente desde la competencia de los gobiernos regionales con áreas de conservación, se debe poner sobre la mesa el aprovechamiento de los recursos para dar también condiciones habilitantes e incrementar ese porcentaje que todavía es bajo. Existen ejemplos como en Huánuco, el Parque Nacional de Tingo María o en San Martín, que sí están empezando a dar sus frutos. Entonces, un porcentaje mayoritario de los turistas que visitan el país fuera de Sudamérica vienen a hacer turismo vivencial, turismo de aventura. Ahí hay un nicho importante que atender y la mancomunidad está preparándose para ello. 

-Mencionó también como parte de la economía forestal a los bionegocios, ¿cómo se impulsan estos?

-El tema normativo todavía a nivel de país es incipiente, falta avanzar en cuanto a las regulaciones para el aprovechamiento del bosque en pie, una preocupación de la mancomunidad y de los gobernadores. Para que todo esto pueda impulsarse de manera conjunta necesitamos trabajar en la conectividad amazónica, pero una conectividad desde un punto de vista estratégico y multimodal, donde se mejore con urgencia el transporte para la conectividad física, aérea y acuática. 

En este momento, las vías de transporte de la Amazonía están en pésimas condiciones. Estamos empezando a identificar más intervenciones y evaluando si es necesario o no el impulso de un nuevo medio de transporte masivo, como un ferrovía. Esto a su vez será materia para la elaboración del Plan Estratégico de Desarrollo Integral de la Amazonía al 2050, que es uno de los objetivos del Congreso de Emprendedores Amazónicos (CEA).  

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-¿Qué otros objetivos contempla este Plan Estratégico de Desarrollo Integral de la Amazonía al 2050? 

-A través de las intervenciones estratégicas que hemos identificado desde la mancomunidad, queremos construir un plan grande, un plan a nivel país que permita desarrollar la Amazonía. Ese principalmente es el objetivo de este congreso.   

La mancomunidad y los gobernadores han creído conveniente que es necesario este proceso de articulación no solamente entre entidades del Estado, y es que hay un actor importante que no lo estamos visualizando, que es el sector privado. Nos hemos sumado decididamente a impulsar y organizar año tras año este CEA, en cuyo espacio se promueve el diálogo para la construcción de una propuesta para el desarrollo sostenible de la Amazonía, donde se convoca al sector privado, pero también a la academia para aportar en el tema de ciencia, tecnología e innovación que necesitamos mucho, a los pueblos indígenas, las organizaciones de la sociedad civil y al Estado para definir mejores lineamientos e impulsar condiciones óptimas de inversión privada. 

Solo de esa manera vamos a llamar un poco la atención también del Ejecutivo, que cada vez se está involucrando más porque tenemos que entender y ser conscientes de que el Perú es un país amazónico, la Amazonía ocupa más del 60% del territorio nacional y no lo estamos percibiendo así. 

-Y en cuanto a los emprendimientos amazónicos, ¿cuáles son los indicadores clave para medir su éxito? 

-Para nosotros el principal indicador es el índice de competitividad regional que plantean tanto la Universidad Católica, como el Instituto Peruano de Economía. Lamentablemente, los resultados no son favorables para la Amazonía. Frente a ello, la mancomunidad está fijando también sus objetivos para impulsar el fortalecimiento institucional y que los gobiernos regionales puedan mejorar esa capacidad de gasto con el fin de ocupar los primeros lugares. 

Es necesario también tomar como punto de partida indicadores de salud, de educación, de conectividad, de infraestructura. Esto nos sirve de orientación para definir un poco la cancha y establecer una línea base para impulsar el resto de las medidas y mejorar el panorama. 

-¿Qué se necesita para lograr la competitividad de las cadenas productivas en la Amazonía?

-Lo que necesitamos es una intervención completa y eso pasa porque las instituciones puedan apostar decididamente por innovación y tecnología para incrementar la productividad, porque uno de los principales problemas en la Amazonía es que las tierras son pobres y hay una baja producción en agricultura de sobrevivencia. Necesitamos paquetes de oferta y riego, programas de abonamiento, pero para todo eso se necesita también instrumentos financieros.

Por otro lado, también apostamos por el tema de la formalización de los pequeños agricultores y los pueblos indígenas, pero de una manera adecuada, sin que esto signifique también el incremento de mayor presión al bosque.