Los jóvenes y el sueño de la casa propia: el camino para acceder al mercado inmobiliario
De enero a octubre del 2021, Mivivienda ha otorgado 2.935 créditos a personas cuyo tope de edad es de 30 años. Se trata de una cifra que supera a los créditos contabilizados desde el 2018.
La pandemia ha sido un atenuante para que los jóvenes busquen acceder a una vivienda propia, así lo han señalado los especialistas que conversaron con este diario y que, además, identificaron cuáles son los factores que acercan a este grupo social a la posibilidad de iniciar una vida económica en el sector inmobiliario. La capacidad de ahorro y un buen historial crediticio son algunos de ellos.
Jorge Carrillo Acosta, experto en finanzas de Pacífico Business School, indicó que la pandemia ha ocasionado que el Estado promueva el uso de programas y bonos para reducir la cuota inicial de los inmuebles. “Se puede obtener un financiamiento y comprar un departamento siendo joven”, sostiene. A la misma conclusión llega Susana Sandoval Peralta, cofundadora de KlaseUno, una plataforma de educación financiera para niños y jóvenes, quien asegura que el apalancamiento bancario es uno de los caminos recomendables para adquirir una o más propiedades.
Por su parte, Fondo Mivivienda señaló cuatro requisitos para calificar a un crédito: el cliente debe ser calificado como sujeto de crédito por una entidad financiera; no debe ser propietario ni copropietario de una vivienda; debe disponer de un aporte inicial no menor al 7,5% de la vivienda y, por último, su historial financiero debe estar libre de deudas. Además, si un joven desea acceder al Bono del buen pagador, no debe haber recibido algún apoyo previo del Estado.
El ahorro como pieza clave
Si bien ahorrar suele ser un consejo que ha pasado de generación en generación, también es la recomendación número uno de los especialistas. “Si no tienes ahorros no puedes comprar, ni siquiera financiar, porque para un crédito hipotecario, la entidad te pide una inicial. Por lo menos debes tener ahorrado el 10% de lo que vale el inmueble”, explica Carillo Acosta, a la vez que enumera dos pasos más para que un joven pueda considerar ser propietario de un domicilio: tener un sustento de ingresos permanentes y contar con un buen historial crediticio.
“El ahorro forma parte primordial de cualquier salud financiera. (...) El hábito se debe cuidarse desde la etapa temprana. Si una persona llega a ahorrar por los menos un 10%, entonces el 90% sería apalancado por cualquier entidad bancaria”, advierte Sandoval Peralta. “Previo a eso, ese joven debe tener una salud financiera adecuada, tiene que mostrar un récord crediticio saludable. ¿Por qué? Porque las entidades bancarias van a revisar qué tan buen pagador es y qué tan buen consumidor”, agrega.
“La recomendación es que, desde que un joven recibe ingresos, debe destinar un porcentaje al ahorro”, avala el representante de Fondo Mivienda.
El contexto pandémico
Fondo Mivivienda aclaró que si bien la pandemia marcó un antes y un después en la salud pública, también lo hizo en el entorno inmobiliario: “Antes, nosotros le pedíamos al cliente que cuente con una cuota inicial del 10%, esa medida ha cambiado y ahora el mínimo es del 7,5%. Es una medida que sumada al Bono del buen pagador permite calificar en muchos casos al crédito Mivivienda”.
“Hemos tenido un récord histórico en octubre de este año. Los clientes han valorado muy bien el incremento del subsidio del buen pagador y la reducción de la cuota inicial. Además, muchas personas están trabajando desde casa y encontrar esa comodidad para poder desempeñar sus labores es lo que a muchos clientes los ha animado a dar el paso de comprar una vivienda que cumpla con sus necesidades”, analiza la entidad y resalta que los promotores inmobiliarios han tenido un acercamiento importante hacia el público a través de las ferias virtuales, una dinámica que ha motivado a muchas personas a dejar de postergar el proceso de compra.
Propuestas del Estado
Fondo Mivivienda ofrece modalidades que les permite tanto a jóvenes formales como a informales solicitar una subvención y mitigar la cifra inicial. “Debes cuidar mucho tu reputación crediticia. (...) La formalidad te hace la vida más fácil, pero tampoco es que la informalidad te bloquea. Ser informal no quita que puedas tener un buen historial crediticio, que puedas ahorrar”, aclara el experto en finanzas.
Por su parte, la cocreadora de KlaseUno insiste en que hay múltiples proyectos financieros para que una persona pueda tener su vivienda propia: los bonos que brinda el estado. “Si es que un joven no tiene un trabajo fijo, puede acceder a un depósito mensual durante un periodo de seis meses para demostrarle a la entidad financiera que tiene un récord de pago adecuado”, expresa.
Principales dificultades
“Yo creo que la primera dificultad está en los paradigmas”, afirma Sandoval Peralta. Ella explica que ser joven no es un impedimento para conseguir una propiedad, y habla desde su experiencia: con 22 años, inició el proceso para formar parte del mercado inmobiliario. “Un activo inmobiliario es muy importante, porque si bien no se usa, se puede alquilar”, argumenta.
“Los padres deben enseñarles a los niños a ahorrar para que en un futuro puedan tener sus activos financieros. (...) Además, no solo se debe tener una fuente de ingresos. Se debe diversificar la canasta para que en el momento en el que exista algún problema se pueda tener una salvedad”, aconseja.
La especialista está segura de que no hay impedimentos, porque una persona disciplinada llega al monto. “Hay que tener finanzas saludables: no compres lo que no necesitas. Si consideras comer en la calle, mejor come en casa. Si ya tienes un par de zapatos, ¿para qué te compras otros? Son hábitos de ahorro que te van a hacer responsable en tus gastos”, exhorta y resalta la importancia de formular una lista de los gastos ya sea en Excel o en una libreta.
En esta línea, Fondo Mivivienda resaltó una dificultad: “El cliente joven, muchas veces, no tiene un récord crediticio”, explica uno de los representantes. “Sin embargo, la entidad financiera pone a disposición una alternativa, por ejemplo, el ahorro programado. Si yo hoy no califico, en un periodo de seis meses yo voy a tener la opción de realizar aportes mensuales y, si los realizo de manera regular, voy a tener una calificación favorable”, añade.
Mejor momento del año
Carrillo Acosta explica que el mejor momento para adquirir una propiedad es el cierre del año. “Hay ciertos ingresos que permiten llegar a una cuota inicial: la gratificación, la CTS... y, para las personas del sector informal, está la campaña navideña. Además, es un tiempo en el que hay variadas ofertas inmobiliarias”, concluye.