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Depresión en el fútbol: la pesada mochila de la autoexigencia que cargan los jugadores

Según FIFA, al menos el 9% de jugadores sufre de depresión. Para conocer más sobre las situaciones a las que se enfrentan los futbolistas y que podrían desencadenar estos trastornos, conversamos con dos especialistas y el exjugador Orlando Contreras. 

A nivel estadístico, en un partido, cada equipo de 11 futbolistas tiene al menos uno con depresión y 2 con trastorno de sueño”. Foto: referencial/IA
A nivel estadístico, en un partido, cada equipo de 11 futbolistas tiene al menos uno con depresión y 2 con trastorno de sueño”. Foto: referencial/IA

“Jugué 19 años fútbol profesional y curiosamente en la mejor etapa de mi carrera, cuando acababa de salir campeón con la San Martín (2007 y 2008) y jugaba eliminatorias, tuve un episodio de depresión fuerte. (…) Empecé a tener pensamientos que no me hacían bien, eran autodestructivos, eran complicados y fue un momento duro. Era la primera vez para mí, pero tuve la suerte de encontrarme con gente que me aconsejó y me dijo que fuera al psicólogo”, cuenta Orlando Contreras, exdefensa nacional, 3 veces campeón de Primera División con San Martín.

“Lo que me salvó la vida fue ir al psicólogo, pues normalicé el sentirme mal. Entendí que así como yo me siento mal, se puede sentir cualquiera. Empecé a tratarme con un especialista y después superé el momento, me hice más fuerte, aprendí lo que significan estos episodios mentales y pude empezar a conocerme más y a tener herramientas para poder combatir estos episodios”, añade el futbolista, actual gerente de Comunicaciones de la Agremiación de Futbolistas Profesionales del Perú (Safap).

Tal como explica Orlando Contreras, él tuvo la fortuna de tener un entorno adecuado que le recomendó acudir a un especialista, en una época en la que se hablaba poco del tema. En la actualidad, la depresión —explicada por la OMS como un trastorno de estado de ánimo que dura periodos prolongados— es analizada y discutida por entidades oficiales y medios periodísticos. Pero se requiere mayor disciplina en ello, porque tras la pandemia los casos de depresión aumentaron en un 25%.


Dicho trastorno y otros que afectan la salud mental también se han hecho presentes en el fútbol. La FIFA reportó que el 9% de jugadores padece de depresión; 7% de ansiedad; y 23% de problemas de sueño. Es decir, a nivel estadístico, en un partido, cada equipo de 11 deportistas tiene al menos uno con depresión y 2 tendrían trastorno de sueño.


Orlando Contreras cuenta que su cuadro de depresión tenía relación con un tema familiar, pero, además de las condiciones personales, en el fútbol existen situaciones particulares que pueden afectar la salud mental de los futbolistas.

Entre ellas están la autoexigencia, la exigencia de otros, el inminente (y temprano) retiro del futbolista y el sentimiento de culpa por estar lejos de los suyos.

Respecto a la autoexigencia, entendida como una suerte de desafío personal, el psicólogo clínico y luchador retirado Gerardo Manco Osorio, refiere que el futbolista profesional puede terminar frustrándose y en ciertos casos padeciendo depresión si es que no logra los objetivos que se propone.

“La autoexigencia del deportista hace que se sienta mal, que no trabaje bien su frustración, que sienta que está en falta, que se sienta culpable por justamente no estar en la condición óptima y no haber hecho lo suficiente. Piensa en el ‘Hubiera podido haber hecho más’ y el ‘hubiera’ te lleva justamente a un pensamiento bucle del cual es muy difícil salir”, explica Manco.

A su turno, Orlando Contreras señala que es común la autoexigencia en los futbolistas, por la necesidad de seguir en el medio, ya que una mala campaña o un mal encuentro puede condenarlos a un mal futuro.

“La presión de la competencia es tan alta que yo tengo que competir con mis compañeros por ganarme un puesto en el equipo titular, porque si yo en el mercado valgo 10, pero no juego, al año siguiente valdré cinco. Entonces, tengo que tratar de ser titular, es competencia directa todos los días. Además, el fin de semana tengo que competir contra el rival porque debo ganar, ya que si no gano, mi competencia local me puede dejar fuera. Es tanta la competencia y la necesidad de ganar que eso te abruma. Y a eso le sumas que como cualquier ser humano tienes que ver problemas familiares, no saber dónde vas a vivir al año siguiente… nosotros parecemos gitanos. Esa incertidumbre y esa dependencia del triunfo es un nivel de estrés superalto que normalmente la gente no dimensiona”, apunta.

Acerca de exigencias externas, el psicólogo deportivo Piero Portanova, que ha trabajado en la unidad de menores de Universitario y en la FPF, asevera que hay muchos condicionantes con los que los jugadores tienen que convivir.

“El futbolista está sometido a una carga importante no solamente física, sino mental. De repente, si está en un club de mucha importancia, aparece la influencia de los medios. Hay momentos coyunturales en los que el futbolista puede (no digo que se asocie ya con una depresión franca) tener un bajón emocional en el mejor de los casos, porque si hablamos de depresión, este ya es un cuadro que a veces requiere hasta apoyo farmacológico (…) Eso va acompañado definitivamente de apoyo psiquiátrico, ya que el psiquiatra es el que puede medicar”, menciona Portanova.

Portanova aclara que la labor del psicólogo deportivo consiste en darle respaldo a los atletas empleando estrategias profesionales para que puedan conseguir sus objetivos y que cuando observa un posible caso de depresión deriva al jugador a un psicólogo clínico o psiquiatra. Asimismo, detalla que los psicólogos deportivos evalúan a los jugadores a partir de su posición en el campo de juego y resalta que los delanteros suelen pasar por muchos episodios de frustración.

“Cuando hay sequía, a veces pasa una, dos, tres semanas y se viene la hinchada encima. Los delanteros se empiezan a cuestionar porque son los encargados de hacer mayormente los goles y hay una serie de situaciones muy naturales al fútbol que también lo pueden desencadenar”, consideró .

Manco Osorio manifestó, por su parte, que la presión (e insultos) de los hinchas también son perjudiciales. “El futbolista se siente culpable de no estar a la altura de lo que los demás esperan de él y no me refiero al entrenador, no me refiero a los compañeros, sino justamente a esa plataforma de gente que lo mira, lo observa, lo sigue, lo insulta en su peor momento o lo alaba en el mejor y como eso responde a ciertas situaciones, que a veces se repiten de manera constante, te pueden llevar a una depresión”.


Asimismo, Portanova comenta que muchos jugadores presentan cuadros de ansiedad que pueden terminar en depresión cuando es el momento de retirarse del fútbol.

“(Los futbolistas) previo al retiro experimentan situaciones vinculadas a la ansiedad y eso es porque a veces hay una incertidumbre respecto a: ‘¿Qué voy a hacer de acá en adelante? Es lo único que sé hacer’. (Eso pasa) si es que el futbolista no ha podido capacitarse o estar preparado justamente para un retiro lo más saludable posible. (…) El deportista de élite es solo un porcentaje de la población del fútbol, pues no todos ganan los millones que ganan algunos; entonces, de repente no tienes muy claro cómo va a ser tu futuro hasta económicamente. De hecho, ya está demostrado en diversos estudios que el retiro está asociado a este tipo de cuadros”, señala.

Por su parte, Contreras recuerda que le fue difícil asimilar que ya no regresaría al campo de juego. “Tras mi retiro (fines de 2020) me costó más o menos un año poder sentirme otra vez bien, pero fue un año en el cual cambié de deporte, vi al psicólogo, porque es superduro; seguramente algunos la pasan más fácil, pero sí es una transición supercompleja. (...) Cuando una persona se gradúa de doctor, esta persona hasta su último día va a ser doctor. Cuando tú eres un futbolista profesional, tú tienes que enterrarlo. Es nuestra pasión y es nuestro sueño, ya que desde que tenemos uso de razón lo único que queremos es ser futbolistas. Una vez que lo logras y lo entierras es como si fuera un luto; entonces, es muy normal que chicos pasen por episodios en los cuales se sienten perdidos”, indica.


Al respecto, de acuerdo a un estudio publicado en la revista Psychology of Sport and Exercise, hasta un 20% de deportistas padecen de problemas emocionales significativos al retirarse.


Por otro lado, Manco Osorio subrayó que tuvo como paciente a un jugador de Liga 2 que sufría del trastorno producto de un sentimiento de culpa por no estar al lado de su familia.

“El paciente no podía (estar bien) durante las concentraciones. Hay concentraciones en los partidos en los que tienes que estar un fin de semana o varios días para poder cumplir con las directivas que te ha dado tu entrenador, tu club, y lo que dice tu contrato también; y a él le dolía el no poder ver a su familia sobre todo a su hijo, y se sentía muy culpable de no hacerlo. Ese tema de culpabilidad lo llevó justamente a un tema depresivo. Y en su club no había psicólogo deportivo. Hablo de un caso del 2023”.


Manco cuenta que tuvo otro paciente, jugador profesional, cuya depresión apareció, debido a que los torneos habían sido suspendidos por la pandemia, y él tenía como refugio al fútbol, lo cual demuestra el significado que muchas personas le dan al deporte rey, uno de los más grandes fenómenos sociales del mundo.

Vale decir que nos comunicamos con la FPF para conocer qué políticas están manejando para abordar el tema de salud mental, pero nos derivaron a la Safap. Finalmente, desde la FIFA se ha implementado una campaña llamada #ReachOut para sensibilizar sobre este tópico y lanzar informes actualizados cada cierto tiempo. Al respecto, se esperan más información sobre el fútbol femenino.

Psicólogo Piero Portanova señala que club de Primera División lo quería contratar de ‘pantalla’

El psicólogo deportivo Piero Portanova señaló a La República que en una ocasión un club lo contactó para contratarlo. No obstante, se indignó y declinó al saber que solo querían tener su registro como especialista, un requisito que solicita la FPF a los clubes profesionales.

“Este club me dice: Las condiciones son estas y la verdad es que no es ni siquiera necesario que vengas. Yo dije: ¿Pero cómo que no es necesario? ‘Sí, sí no te preocupes’, me respondieron. Me quedó claro que lo único que querían era tener contratado a un psicólogo para poder pasar la licencia en la FPF, pero no les interesaba lo más mínimo la preparación deportiva”.

Safap tendrá psicólogo

Orlando Contreras, también vicepresidente de la Safap, indicó que la agremiación está realizando charlas para sus afiliados y tienen proyectado implementar un departamento psicológico en la sede de la institución, más allá de que los clubes deben tener psicólogos por reglamento de la Federación Peruana de Fútbol.