Las mujeres que cambiaron el curso de la historia de las científicas en Perú durante el siglo XIX

Las mujeres científicas se han forjado un lugar en la historia desafiando diversos obstáculos. En el Perú, aún persiste una marcada brecha de género en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Pese a los avances, alrededor del 30% es mujer. ¿Quiénes fueron las precursoras en este campo donde la mayoría son hombres?

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Mujeres que abrieron las puertas a las científicas peruanas

En la historia de las mujeres en la ciencia en el Perú, hay tres personajes que pueden considerarse precedentes muy importantes, durante el siglo XIX. "Ellas nos abrieron las puertas a las demás mujeres para acceder a la universidad, para acceder a estos grados que hasta estas épocas eran prohibidos para nosotras. Justamente, no se conoce mucho a estas pioneras y por eso es importante visibilizar estos hechos", explica Myra E. Flores, doctora en Química y especialista en Popularización de la Ciencia del Concytec.

"¿Cómo vamos a fomentar que más niñas y jóvenes sigan los pasos en ciencia si no ven modelos a seguir? Por eso es importante visibilizar el trabajo para decirles a las futuras ingenieras y científicas que ellas pueden hacerlo", comenta la especialista sobre la importancia de dar a conocer referentes mujeres que prosperan en la ciencia en el Perú.

María Trinidad Enríquez

Durante varios años, la universidad era un espacio donde solo había hombres. Y, mientras que en otros países empezaron a sumarse mujeres a las casas de estudio, en Perú esto fue aceptado en 1874, luego de que, a fines de 1873, una joven de nombre María Trinidad Enríquez se animara a postular a la Universidad de San Antonio Abad del Cusco, su región de origen.

¿Alguna vez te preguntaste quién fue la primera mujer en ingresar a una universidad en Perú? Ella fue María Trinidad y su motivación surgió porque quiso estudiar Derecho, “por la necesidad de una voz firma, instruida y capaz que en el Parlamento abogue por los derechos de las mujeres, los indios y los pobres”.

Así se indica en un artículo de investigación en la revista de la Universidad Ricardo Palma, donde se da cuenta que la primera universitaria no tuvo un camino sencillo. Inicialmente, le negaron su solicitud por ‘irregularidades de sus documentos escolares’ porque en aquellos años las mujeres no contaban con certificados de instrucción media, ya que no era necesario que cursaran esos estudios.

María Trinidad logró cumplir con las exigencias que le pedían mediante un procedimiento administrativo y ese mismo año fue reconocida candidata universitaria. Así, el 9 de octubre de 1874, fue publicada la mencionada Resolución Suprema en la que se incluyó un párrafo en un anexo donde se menciona que las mujeres en el país pueden inscribirse en universidades.

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Margarita Práxedes Muñoz

A diferencia de María Trinidad, quien no logró conseguir el título de abogada, sino que solo fue graduada como jurista —porque en aquellos años no estaba permitido otorgar un título profesional a las mujeres—, la primera mujer en lograr una licenciatura fue Margarita Práxedes Muñoz.

Margarita, a sus 20 años, en 1882, postuló a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y fue la primera mujer en la historia del Perú en la decana de América. Primero, ingresó a la Facultad de Letras, pero luego se trasladó a Ciencias, donde se especializó en el estudio de los hongos y las plantas.

De acuerdo al Instituto de la Amazonía Peruana, Margarita es una pionera en la investigación de la biodiversidad de los ecosistemas peruanos. Realizó importantes investigaciones sobre la flora y la microbiota de diversas regiones del Perú, lo que contribuyó al conocimiento y la conservación de la diversidad biológica del país.

Laura Esther Rodríguez Dulanto

Por su lado, Laura Esther Rodríguez Dulanto, reconocida por ser la primera médica peruana, fue también la primera mujer peruana en lograr un doctorado. A sus 19 años, ingresó a la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con un calificativo sobresaliente, mérito por el cual salió en el diario El Comercio e impulsó la superación de estereotipos de la época.

Durante su paso por la universidad, Laura atravesó algunas diferencias de trato por ser mujer. Por ejemplo, no le daban la oportunidad de participar en la disección de cadáveres durante la clase de Anatomía porque no se les permitía a las mujeres ver cuerpos desnudos.

Laura alcanzó el grado de Bachiller en Ciencia, pese a los obstáculos y también el título de Médica Cirujana, el 23 de diciembre de 1899. Además logró obtener una beca para estudiar en la Universidad de Harvard, donde completó un doctorado en botánica.