Sputnik V genera anticuerpos en el 94% de personas vacunadas con una dosis
Además, esta efectividad de Sputnik V se eleva al 100% tras la inoculación de la segunda dosis contra la COVID-19, según estudio de Argentina.
Desde enero de 2021, Argentina empezó a vacunar a todos sus habitantes ante la pandemia mundial de la COVID-19. Así, el Gobierno de ese país entendió que debía diseñar una estrategia que maximice el beneficio de las inmunizaciones porque el margen de distribución es ajustado.
En un estudio conjunto entre el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, y el Instituto Leloir‐ CONICET‐INBIRS‐UNLP, se determinó que la vacuna rusa llamada Sputnik V genera hasta un 94% de anticuerpos específicos tras 21 días del recibimiento de la primera dosis y un 100% luego de la segunda aplicación.
Para llegar a esta conclusión, según consta en el artículo científico de acceso abierto, analizaron a 288 personas vinculadas al subsector de salud público de la Provincia de Buenos Aires separada en dos universos: individuos de 18 a 59 años y 60 años a más.
“El estudio continuará por medio de la evaluación de muestras que se obtendrán después de cuatro y seis meses de haberse aplicado la primera dosis” de Sputnik V, aclaran los científicos.
El equipo de investigadores expuso que los niveles de anticuerpos fueron cuantificados en línea con el estándar internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por otro lado, en el documento se resaltó qué sucede con aquellas personas vacunadas que luego resultan contagiadas. “Estos resultados indican que la infección previa genera memoria inmunológica y que la reactivación de las células de memoria frente a una dosis de vacuna da lugar a niveles de anticuerpos muy superiores a aquellos producidos en individuos que no registran infección previa”, se puede leer.
En personas previamente infectadas, no se vio un aumento sustancial de anticuerpos al inyectar la segunda dosis, por lo tanto, no habría beneficios adicionales, y se podrían gestionar mejor las inoculaciones sobrantes.
Este estudio no incluye información de otras variantes, como las aparecidas en el territorio argentino, la británica o la brasileña, aunque, de acuerdo a las palabras de Marina Pifano, asesora en biotecnología del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, ese será el próximo paso. Además, las vacunas anti-COVID-19 de AstraZeneca (Reino Unido) y Sinopharm (China) ya están sometidas a un proceso de evaluación mientras se aplican en dicho país sudamericano.
“Es importante mencionar que la información aquí generada puede emplearse para mejorar las campañas de donación de plasmas”, describen los firmantes del artículo en el apartado de Conclusiones.
Finalmente, Pifano subrayó que las vacunas disminuyen la posibilidad de muerte, pero no cortan la transmisión del virus.
“Uno puede desarrollar la enfermedad de manera leve, pero como ya generó una inmunidad el cuerpo reacciona rápidamente y no se llega a un cuadro grave”, especificó la especialista.