Por Angela Valdivia / URPI-LR
En tiempos en los que la delincuencia e inseguridad golpean más a la población en Lima, al menos 89 módulos de seguridad ciudadana, ubicados en 21 distritos de la capital, muestran serias deficiencias o están abandonados por las autoridades municipales de turno.
Dentro de los problemas detectados destacan la mala infraestructura, falta de servicios básicos, de equipos de cómputo y sistemas de comunicación.
Los 21 distritos en esta situación son Barranco, Comas, Independencia, Lurín, Pachacámac, San Bartolo, San Borja, San Juan de Miraflores, San Martín de Porres, San Luis, Santa María del Mar, Surco, Surquillo, Villa María del Triunfo, Villa El Salvador, Cercado de Lima, La Victoria, Lince, Chorrillos, Rímac y Breña.
Y los seis últimos son donde se hallaron más problemas, señala Alberto Huerta, jefe de la Oficina Defensorial de Lima. “De estas seis municipalidades, no nos han respondido Rímac ni Chorrillos”, agrega. Mientras que el resto ha asegurado que solucionará los problemas antes de que finalice el año.
La Defensoría del Pueblo (DP) volverá a visitar las comunas para persuadir acerca de que cumplan las acciones ofrecidas.
Inseguridad en Lima 2
El exviceministro del Interior Ricardo Valdés explica que para instalar un módulo de seguridad se debe realizar un estudio de la zona que se piensa cubrir, luego de ello se tiene que dotar de logística y personal, además de cerciorarse de que funcione las 24 horas del día, siete días a la semana y, por último, el módulo debe tener conexión con una central del distrito, y también con la Policía. “El alcalde lo que tiene que garantizar es una respuesta rápida”.
La Defensoría del Pueblo detalla en su lista que, por ejemplo, módulos en el Rímac fueron encontrados sin servicio, mientras que en La Victoria había algunos que no contaban con un sistema de videovigilancia ni muebles. Al mismo tiempo, en Comas varios módulos tenían equipos de cómputo y baños inoperativos, pues no había servicio de agua o desagüe. A su vez, en Surquillo los módulos ni siquiera tenían personal. En otros lugares, además de los problemas mencionados, la DP halló que los Puestos de Auxilio Rápido (Parmet) estaban inoperativos o abandonados.
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Un equipo de La República visitó algunos de los puntos mencionados por la DP y pudo comprobar que la situación no ha cambiado desde que se emitió la información en agosto. Por ejemplo, en San Luis los dos Parmet visitados están abandonados. En ese sentido, Alberto Huerta dice que efectivamente no ha habido cambios.
Ahora bien, el jefe de la Oficina Defensorial de Lima agrega que las deficiencias pueden tener “muchas explicaciones”, como la falta de recursos, la alta morosidad de vecinos, entre otras, pero lo que no se puede hacer es no tratar el tema, por eso también le preocupa que ni el Rímac ni Chorrillos hayan respondido a las recomendaciones de la DP. “Ellos (los alcaldes) son muy conscientes de que esto afecta a su población, a la población que los eligió”.
Una preocupación adicional que tiene la DP es la transferencia de gestión, debido a que el 2 de octubre son las Elecciones Regionales y Municipales 2022. Huerta sostiene que se busca que lo observado por ellos sirva de insumo para tomar “buenas decisiones” en la transferencia municipal.
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En tanto, el exviceministro Valdés manifiesta que el próximo alcalde debe ser consciente de la inseguridad que está instalada en la ciudad y que “es compleja de erradicar”. Para ello, añade, “lo que hace falta es una buena gestión de los recursos que se disponen”. Considera que el descuido de los Parmet solo evidencia que la “preocupación” respecto a la inseguridad ciudadana es para llamar la atención en su momento.
Más deficiencias. En Lince, un módulo visitado por la DP funcionaba en un contenedor oxidado. También, serenos del Cercado, Breña y el Rímac dijeron que los municipios no les habían brindado uniformes.
Silencio. La República se comunicó con varias municipalidades para tener su versión, pero hasta el cierre de esta nota no respondieron.