Arequipeños en el extranjero movilizan fondos para médicos

Efraín Rodríguez Valdivia

Especial para La República desde Europa.

Una parte de los Equipos de Protección Personal (EPP) utilizados en Arequipa por los médicos para luchar contra la pandemia es fruto de la solidaridad de los arequipeños en el extranjero. Mascarillas, guantes, protectores faciales, blusones, monos e incluso material para cuidados de pacientes tienen origen en euros y dólares donados por los characatos en el extranjero.

Si usted ve a médicos con una mascarilla, es probable que esa medida de protección haya salido del impulso solidario. Con seis euros se puede comprar una del modelo N95, con tres se paga un protector facial o con 30.000 se adquiere un respirador mecánico. En promedio, un médico requiere 40 euros (170 soles) diarios para tratar a los pacientes.

¿Y de dónde sale este dinero? De las donaciones nacionales y extranjeras gestionadas por la campaña “Médicos Solidarios en Arequipa”. Una iniciativa manejada en Arequipa, Lima, Francia, Alemania, Brasil y Estados Unidos. Sus miembros son Germán Málaga, Manuel Paredes Horna, las hermanas Niurka, Pamela, Cecilia y Ana Zúñiga Rivera, Lourdes Pérez Wicht, Miguel Barreda y otros profesionales que atienden a los hospitales Honorio Delgado, Goyeneche, al Centro de Salud de Paucarpata, Centro de Atención y Aislamiento de Cerro Juli, la Micro Red de Mariano Melgar y Hunter, entre otros nosocomios y postas.

En concreto, los donantes vienen depositando diversas sumas en cuentas bancarias del Perú y del extranjero y pozos monetarios en internet. Hasta el domingo 20 de septiembre en Alemania se ha recolectado 16.000 dólares, en Francia 2.500 euros y en Estados Unidos 18.000 dólares. En Perú, se ha logrado recaudar más de 300.000 soles y más de 22.000 dólares. Hay muchos donantes en el extranjero que han realizado su aporte en las cuentas de Perú. Y en gran parte este dinero ya ha sido invertido.

A esta campaña se suma el premio nobel de literatura Mario Vargas Llosa para apoyar con la compra de 220 respiradores elastoméricos 3M que se distribuyeron a diferentes servicios y departamentos del Hospital Goyeneche. El arequipeño comparte un video para convocar la ayuda internacional en favor de la campaña “Médicos Solidarios en Arequipa” y, además, sobre esta iniciativa en Berlín con llamados que dan la vuelta al mundo.

Historia de una iniciativa

El desastre sanitario en Perú ha dado la vuelta al mundo. A más de un peruano le ha impactado ver, de canal en canal, cómo sus ciudades mostraban las miserias de sus sistemas sanitarios en el horario estelar de los telediarios europeos. Y Arequipa no ha sido la excepción. Las diversas agencias noticiosas rebotaron decenas de imágenes de los entierros casi anónimos de las víctimas de la COVID-19 o de los characatos postrados en sillas mientras esperaban atención médica con un balón de oxígeno en la calle.

Todo estas escenas fueron previstas, en parte, por Germán Málaga, investigador principal de estudio de la vacuna de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, médico del hospital de este claustro y fundador de la organización Médicos Solidarios en Lima. “Desde marzo no había materiales de bioseguridad, ni mamelucos de protección en la capital. En provincias, las cosas también eran complejas”, afirmó desde Lima en una entrevista telefónica. Al tanto de esta situación, Málaga canalizó ayuda en equipos médicos para los hospitales de la capital a través de su organización Médicos Solidarios en Lima y su aliado Red de Corazones.

Antes de que las cosas se salieran de control en Arequipa, las hermanas Zúñiga y otros profesionales proponen a Germán Málaga extender una campaña denominada “Médicos Solidarios en Arequipa”. Se crea entonces una asociación con el respaldo de la organización del médico y comienzan las donaciones para los arequipeños.

Allí entra Europa. Ya que, desde Alemania, la presidenta de la Freundeskreis, Niurka Zúñiga, pone sus cuentas institucionales y plataformas para mover la campaña en el viejo continente. Enseguida, aparece Jesús Martínez Mogrovejo, arequipeño radicado en Lyon, para impulsar las donaciones desde Francia. En el país galo, la colecta se gestiona a través de una página de internet adaptada transparentemente para las donaciones.

En Estados Unidos, Cecilia Zúñiga mueve los ingresos también desde una colecta en la web. Y desde Brasil, el médico Manuel Paredes Horna contacta a sus colegas arequipeños para saber dónde se necesita la ayuda. “No importa quién, cuánto y cómo, arequipeño del mundo, ahora es cuándo”, afirma Niurka Zúñiga, desde Stuttgart.

Aún se puede participar. Sólo basta visitar la página web (www.msarequipa.com) de la campaña “Médicos Solidarios en Arequipa” para encontrar las cuentas nacionales y extranjeras. “Esta colecta por Arequipa es particularmente solidaria e interesante porque también protege a los médicos internos, a los agentes de limpieza, a los camilleros, administrativos y todos los profesionales. Y los donantes están informados en qué se gastó el dinero, qué se compró y a qué hospital se envió el material”, detalla Germán Málaga.

Todas las familias solidarias se parecen las unas a las otras. Pero la familia arequipeña lo es particularmente a su manera. Y todos tienen que seguir apuntándose varias veces. Incluso su premio nobel, otra vez, si fuera necesario.

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