Debido al cambio climático. El aumento de la temperatura de la Tierra acelera a diario su extinción. Este nevado en Áncash comienza a agonizar a ojos de todo el mundo. Comuneros estiman que en 15 años desaparecerá.,Cerca de una de las sogas que separa a los turistas del nevado Pastoruri, Juan Espíritu Romero lo observa en silencio. Por momentos, baja su mirada en modo de lamento. Su rostro refleja mucho más que dolor, frustración e impotencia al mismo tiempo. PUEDES VER: Cinco cordilleras del Perú desaparecerán en los próximos 20 años Como testigo de su acelerado retroceso glaciar, es consciente de que en los próximos años la pequeña manta blanca de hielo que cubre esta montaña desaparecerá; pero, por ahora, se rehúsa a imaginarlo. “Pastoruri agoniza frente a los ojos del mundo y de todos los peruanos. Y para los que amamos nuestra patria eso es doloroso, nos da mucha pena. Para mí sigue siendo hermoso a pesar de que está dando los aletazos del último aliento”, reflexiona Espíritu Romero, presidente de la comunidad campesina Catac, situada a los pies del glaciar, en la provincia de Recuay, región de Áncash. No solo él, sino los más de 2 mil 900 habitantes de este lugar, así como los visitantes más asiduos, son testigos de la lucha de vida de este nevado, que se derrite como la cera de una vela. Quien se encuentra frente a él puede observar este dramático proceso. Las gotas caen cada vez más rápido y seguido, y al contacto con el suelo forman escorrentías que van a parar a una inmensa laguna antes inexistente. Se conoce que desde 1995 a la fecha, Pastoruri ha perdido más del 50% de su extensión (ver infografía) y durante el último año –de julio del 2015 al 2016– su retroceso alcanzó uno de los picos más altos de retracción medidos en el lugar: 31,4 metros. “La última medición confirma la tendencia marcada de retroceso. En este caso ha sido mayor porque durante el último año la radiación solar alcanzó niveles muy altos, lo que explica por qué los ríos y quebradas han tenido bastante agua, producto del aporte de las cordilleras con cobertura glaciar”, detalla el ingeniero Nelson Santillán Portilla, de la Dirección de Conservación y Planeamiento de Recursos Hídricos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Para tener una idea de la pérdida de este glaciar, especialistas no solo miden el tamaño del hielo que cubre a este cerro de la cordillera Blanca, sino también la evolución de la laguna formada por el deshielo. En el 2005, esta tenía poco más de 2 hectáreas; sin embargo, en julio último, la ANA constató que su superficie ya superó las 7 hectáreas, es decir, más del triple que hace 11 años. “La deglaciación y el cambio climático es un tema real y Pastoruri es prueba de ello. A nosotros nos causa una tristeza profunda que nuestro nevado, que hace 20 años tenía un manto blanco inmenso, hoy solo tenga una pequeña extensión que más parece una Antártida flotante en la inmensa laguna formada producto de su derretimiento", lamenta el líder de Catac. Los comuneros de la zona que vieron su esplendor y hoy son testigos de su inminente extinción consideran que a este nevado no le queda más de 15 años de vida. Sin embargo, para los científicos les resulta difícil confirmar dicha información, ya que no existe una fórmula que permita predecir la fecha exacta de la muerte de un glaciar. Malas prácticas Actualmente, al Pastoruri no lo toca nadie, solo se observa a unos tres metros de sus faldas. Atrás quedaron las prácticas de esquí y snowboard que atraían a miles de turistas nacionales y extranjeros. Aunque estos atractivos mejoraron de manera considerable la economía de la comunidad campesina de Catac, al mismo tiempo ocasionaron grandes daños en el ecosistema. “En esos tiempos se llevaba a los turistas en forma indiscriminada, les permitían hacer lo que quisieran. A cada visitante le ponían bolsas plásticas como escarpines y al final las dejaban botadas sin saber que al juntarse con la nieve y el sol se desintegrarían y provocarían el rápido derretimiento del nevado. Pero eso no era todo, también tiraban sus envolturas de chocolate, caramelos, galletas y hasta cigarros”, recuerda Espíritu Romero, y añade a modo de justificación: “En ese entonces nadie conocía la contaminación del medio ambiente”. Fue recién a raíz de la creación del Parque Nacional de Huascarán que se empiezan a tomar medidas de protección para este y todos los glaciares que se encuentran en la cordillera Blanca. No obstante, pese a los esfuerzos, la deglaciación se ha acelerado durante los últimos años debido al cambio climático –provocado por el propio hombre– poniendo en riesgo no solo este ecosistema de montaña sino también al mundo entero. “La comunidad ya es consciente de que no podemos recuperar al Pastoruri y eso nos duele, sinceramente, porque no lo hemos sabido cuidar. Este ha sido el ingreso económico de muchas familias de Catac, nos hemos beneficiado de él y hasta la fecha seguimos haciéndolo”, señala el líder de esta localidad. La reducción de este glaciar no solo se refleja en la pérdida de grandes masas de hielo. Esta retracción ha traído, a su vez, problemas económicos para la comunidad de Catac. De los 20 mil turistas que recibían al mes hace unas décadas, en los últimos años solo llega el 10%. Por esta razón y ante la realidad del nevado, modificaron la visita eventual, convirtiéndola en la Ruta del Cambio Climático. Hoy, las personas que llegan hasta Pastoruri no solo conocen el popular glaciar, luego de una hora caminata o media hora a caballo desde el punto base del nevado. También reciben información con fotos e infografía sobre el fenómeno global al que hacemos frente y comprueban con sus propios ojos que el cambio climático es un problema realmente serio. Mirada hacia el futuro Conociendo que en los próximos años este nevado no existirá y la disposición del recurso hídrico será escasa, los comuneros han empezado a tomar acciones en el asunto. Por lo pronto, han separado amplios terrenos para la construcción de infraestructura hidráulica y empezado a capacitarse en la siembra y cosecha de agua, técnica ancestral que viene dando resultados en varias zonas altoandinas del país. "La razón de la vida del campesino es su ganadería y la agricultura, sin ellos no somos nada. Las cosas que hacemos no son para nosotros, son para nuestros hijos y nietos. Y pese a que la comunidad ahora tiene suficiente agua, queremos asegurar el futuro de los que vienen y para ello urge construir represas y reservorios", solicita Espíritu Romero. ❧ Claves Con la intención de que el circuito del Pastoruri no desaparezca, la comunidad de Catac y especialistas canadienses probarán en las siguientes semanas la presencia de nieve artificial en una zona del nevado. El presidente de esta localidad asegura que los comuneros buscarán que se les otorgue la administración completa de la Ruta de Cambio Climático, hoy dirigida por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). ,