Triste realidad. No todos los distritos cuentan con uno de estos locales públicos y los que están a cargo de los municipios carecen de libros actualizados y material logístico. Entre tanto, escolares siguen alejándose de la lectura., Milagros Berríos A la visitante frecuente de la biblioteca de La Victoria no le gusta leer. Si René Florián (49) acude cada tarde es porque no tiene otro lugar a donde ir. Ahí, escondida entre cuatro paredes y en medio del parque El Porvenir se siente más segura. Es un refugio de historias y de seres de fantasía que recoge para regalárselos a su pequeña Alexia, de siete años. Lo hace gratis, sin presiones ni apuros. Quiere que su única compañía sea mejor que ella. "Además prefiero eso a que estemos al pie de una escalera", dice mientras recuerda su estancia temporal del jirón Lucanas. Esa biblioteca se ha convertido en un mundo donde las dos son las únicas habitantes. En Lima, a estos espacios de silencios cómplices y de olor a humedad les sobra algo: soledad. Pocas veces llegan jóvenes, adultos y escolares motivados por intereses tan fugaces como ingratos . Y es que prefieren la abundancia de internet, el desbordante listado de resultados y la facilidad de sus respuestas. Además, explican los visitantes, en las bibliotecas ya no hay material actualizado. Su personal destaca tanto por su amabilidad como por su poca capacitación. Es mínimo lo que pueden hacer encogidos entre pequeños espacios, problemas logísticos y un desinterés creciente. ¿Cuáles son las peores bibliotecas? Las que no existen. En nuestro país más de 1.020 municipalidades, entre distritales y provinciales, no cuentan con estos espacios de cultura y recreación. Y solo en Lima Metropolitana, de más de 8 millones de habitantes, hay unas 40 bibliotecas municipales, además de las periféricas (5), parroquiales (4) y comunal (1), según datos de la Biblioteca Nacional entre el 2008 y 2012. “Aproximadamente seis distritos en Lima no cuentan con bibliotecas. Muchos son lugares donde solo se almacenan libros”, indica César Castro, decano del Colegio de Bibliotecólogos del Perú. Y es que, explica, ni las autoridades ni la población valoran esos servicios. “Los municipios no trabajan proyectos culturales de largo alcance… Muchas veces, los planes se paralizan cuando concluye alguna gestión”. Lince está fuera de la reducida lista de bibliotecas municipales. Hoy este distrito no cuenta con dicho servicio. El local, ubicado en la avenida Militar, se encuentra en remodelación. En ese lugar se construirá un policlínico y en un par de pisos funcionará la Casa de la Cultura junto a su sala de lectura. ¿Cuándo concluirán las obras? A más tardar, en las primeras semanas de octubre. OFICINAS VS. LIBROS Postulantes universitarias susurran como desfalleciendo. Hablan en medio de un miedo invisible: en las bibliotecas no se hace bulla. Con el pulgar arriba aseguran que en el local "Manuel Beingolea" todo está bien. Lo hacen pese a que esa pantomima sea en vano. Las otras seis mesas están vacías. Las jóvenes escogen esa biblioteca porque no hay comodidad, pero sí libros preuniversitarios. Tampoco hay quien las distraiga y pese a que están en medio del popular parque municipal, por las mañanas el silencio es recurrente. Están sentadas en los pequeños espacios que continúan siendo parte de la biblioteca y no se han convertido en oficinas o depósitos, como pasó con las salas para invidentes o la infantil, según relatan trabajadores del lugar. En la biblioteca de Barranco, además, falta catalogar libros. No hay quien realice esa labor, no cuentan con bibliotecólogos. Quienes atienden se las ingenian sin computadoras ni pegamento para cumplir su función. En esas condiciones no pueden reparar los textos negados para el préstamo a domicilio o la lectura de fin de semana. Tanto el Colegio de Bibliotecólogos como la Biblioteca Nacional del Per ú (BNP) revelan que la falta de personal profesional se evidencia en varios locales. "En algunos casos no hay ni de mando medio", indica una fuente de la BNP. BUENAS INTENCIONES Mientras tanto, Alexia continúa haciendo sus tareas en La Victoria. Ahí, las buenas intenciones perdieron diversos libros. Alguna vez los prestaron a un colegio del distrito y no los vieron más. Sin embargo, a diferencia de muchas bibliotecas, La Victoria atiende los fines de semana. No presta libros a domicilio, pero los entrega momentáneamente para que el usuario saque copias. El artículo 82 de la Ley Orgánica de Municipalidades establece la necesidad de organizar y sostener las bibliotecas, entonces ¿dónde están? El escritor Javier Arévalo, impulsor del Plan Lector, está convencido de que el acceso al libro está negado al peruano. "No hay un servicio público bibliotecario. No prestan libros, falta espacio, los horarios son de oficina e incluso no hay estantería abierta", precisa. A esto, el decano del Colegio de Bibliotecólogos, añade que es necesario que en los proyectos culturales se incluya el mantenimiento de bibliotecas con colecciones actualizadas, material audiovisual y un constante trabajo con la tecnología. BNP FISCALIZARÁ SISTEMA NACIONAL DE BIBLIOTECAS En junio se aprobó la Ley Nº 30034 que crea el sistema nacional de bibliotecas. Desde que el general José de San Martín fundó la Biblioteca Nacional no existía una ley marco que la declarara como ente rector de todas las bibliotecas públicas. Hoy se está trabajando el reglamento de dicha norma. Esto permitirá ordenar el registro de bibliotecas públicas y capacitar al personal. Estaría listo a fin de año. Ramón Mujica, director de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), reveló que más de 4 mil libros de la colección de Agustín Justo han desaparecido. Por esto, se ha interpuesto más de siete denuncias penales. También se han sancionado a funcionarios por pérdidas de libros. "Es la única respuesta a la escasa producción de capital humano. El presupuesto para cada biblioteca dependerá de cada municipio o región, pero será responsabilidad de la BNP fiscalizar el proceso", dice Arévalo. Las bibliotecas escolares están a cargo del Minedu. EN CIFRAS 1.028 municipalidades (distritales y provinciales) no tienen bibliotecas a nivel nacional. 806 municipios cuentan con bibliotecas en todo el país.