Negligencia. Fuego se habría producido cuando trabajadores de Pomalca quemaban caña de azúcar. Sitio arqueológico de 4.500 años es contemporáneo de Caral. Daño en simbólico mural El Venado sería irreparable.,Una vez más el patrimonio cultural se ve seriamente afectado por una negligencia. El complejo arqueológico de Ventarrón, el monumento más antiguo del norte del Perú con 4.500 años de antigüedad y contemporáneo de Caral (5.000 años), fue ayer totalmente dañado debido a un gran incendio. Un grupo de trabajadores de la agroindustrial Pomalca, bajo la administración del grupo Oviedo, habrían sido los que provocaron este siniestro cuando quemaban caña de azúcar cerca de la huaca ubicada en el centro poblado de Ventarrón, distrito de Pomalca, provincia de Chiclayo (Lambayeque). PUEDES VER Chiclayo: Solicitan ayuda para dos menores que sufrieron graves quemaduras En pocos minutos, el fuego se salió de control por los fuertes vientos y alcanzó la madera, la calamina y plástico que cubrían los techos del complejo. Así arrasó con las estructuras óseas, vasijas de cerámicas y los murales que aportaban valiosa información. Entre lo afectado por el humo negro figura el enigmático mural polícromo llamado ‘El Venado’–el más antiguo de América– donde se veía a un venado atrapado en una red, lo que representaba un rito ancestral de cacería. Los vecinos de Ventarrón trataron de apagar el fuego con baldes de agua, pero el esfuerzo fue en vano. Bomberos de Chiclayo y del distrito José Leonardo Ortiz, los más cercanos a la zona arqueológica, tardaron cerca de una hora en llegar. Según el principal investigador de este patrimonio cultural, Ignacio Alva, quien llegó a la misma zona siniestrada, el plástico derretido afectó considerablemente la arquitectura y los murales. “Las pérdidas son irreparables y los culpables directos son la empresa Pomalca y la Unidad Ejecutora 005 Naylamp Lambayeque por el estado de abandono del sitio, pues la falta de mantenimiento permitió la acumulación de hojas secas en techos inflamables que favorecieron el incendio”. Indignación y tristeza Asimismo, el reconocido arqueólogo Walter Alva expresó su indignación al indicar que esta tragedia se debe a la negligencia de Pomalca y a la indiferencia de funcionarios a quienes se les advirtió oportunamente sobre el peligro del hacinamiento. “Las investigaciones para presentar ante el mundo este monumento costaron años de estudios, mucho esfuerzo y considerable inversión, algo que pudo protegerse con un mínimo de gestión”. Se informó que hoy llegará un especialista del Ministerio de Cultura para evaluar los daños y dar alternativas de restauración. El Ministerio Público iniciará las investigaciones para identificar a los responsables de este atentado.