Entre tanto ruido político, denuncias, acusaciones y rumores de todo tipo hay un dato que ha pasado desapercibido para la mayoría. La reducción de la desigualdad en nuestro país está estancada desde el 2014. Ese boom económico que vivimos entre los años 2003 y 2013 se fue sin ser aprovechado para impulsar políticas que disminuyan las brechas sociales y económicas o mejorar, por ejemplo, la recaudación fiscal que está en sus niveles más bajos desde el 2010. Es evidente que este estancamiento tendrá un costo social como señala el Índice de Avance Contra la Desigualdad - Perú 2016, elaborado por Oxfam. De no cambiar la tendencia corremos el riesgo de que 12 millones de peruanos regresen a una situación de pobreza y que la aspiración del Gobierno de entrar a la OCDE en 2021 sea una meta imposible de alcanzar, pues no hay antecedentes del ingreso de un país con una recaudación débil, han señalado los expertos de esta confederación internacional de lucha contra la pobreza. Recordemos que en 10 años la presión tributaria pasó de 15,4% a menos de 14%. Un aspecto crítico señalado en el análisis de Oxfam se refiere al sistema tributario cada vez más inequitativo, regresivo y deficiente donde paga más el que menos tiene, la evasión y elusión le cuestan al país unos 600 millones de soles al año y permite que las grandes empresas judicialicen durante años sus deudas pendientes con la Sunat, mientras que a los pequeños contribuyentes se les embarga y cierran negocios. Algunos otros datos que alarman: la meta del Acuerdo Nacional de invertir el 6% del presupuesto nacional en educación no ha sido cumplida por ningún gobierno en los últimos 15 años y la inversión en salud es vergonzosa pues está por debajo del promedio latinoamericano. Podría seguir enumerando las tristes conclusiones del documento hecho por Oxfam pero me faltaría espacio en esta columna y creo que lo señalado demuestra de manera clara que estamos en un punto crítico y si no se toman medidas, sobre todo tras la emergencia provocada por el Niño Costero, el futuro cercano pinta mal para todos.