El tema de fondo en el gran pleito familiar es el 2021.,La reunificación de las dos alas fujimoristas se ve hoy remota porque, luego del indulto de Alberto Fujimori, ahora el tema de fondo es la candidatura presidencial 2021 que disputan sus hijos Keiko y Kenji. Es obvio que al fujimorismo le convendría un pacto que no disperse sus fuerzas, pero no es lo que están diciendo las dos esquinas del ring. Alejandro Aguinaga, médico de cabecera de Alberto Fujimori, señala que “Kenji es el tsunami del siglo XXI, se han olvidado que es el congresista más votado durante dos períodos”. Desde la otra esquina, Daniel Salaverry precisa con claridad la interpretación de FP sobre lo que busca Kenji: “Su objetivo no era la liberación de su padre, su objetivo y ambición política es hacerse del poder en el partido que formó su hermana, y para eso necesitaba a su padre libre para que, finalmente, lo imponga dentro del partido”. Más claro, imposible, y eso explica la actitud dura frente a Alberto y Kenji Fujimori y los nueve disidentes. Por ejemplo, el retiro de los kenjistas Bienvenido Ramírez y Marita García de la comisión permanente del congreso. FP no prevé expulsar a Kenji y los nueve antivacancia pero, si se van, no hay problema. Lo que quisieran es no bajar de 66 parlamentarios para tener mayoría absoluta en el congreso. Se especula que Kenji podría aglutinar hasta 28 parlamentarios, pero ello requeriría que, como lo hicieron los nueve contra la vacancia, también decidan salir del clóset. Eso va a depender, básicamente, de dónde creen que tienen mejores posibilidades electorales, tanto para ofrecer sitios en las listas municipales y regionales del 2018 a sus allegados, como para ellos en la congresal 2021. Por ello, la gran pelea es por el control del aparato partidario para asegurar el control de las decisiones electorales. La mototaxi cree que abrirle la puerta a Kenji y Alberto es meter un caballo de Troya que implicaría una derrota final. Tienen razón. Mientras, la pregunta de Datum sobre quién es el líder actual del fujimorismo concluye que la percepción ciudadana es: Keiko 36%, Alberto 35% y Kenji 21%. El salto que ha dado en la opinión pública el sector rival de Keiko es enorme, lo cual explica su actitud dura hacia su padre y su hermano. Lo curioso, finalmente, es cómo los más entusiastas mototaxistas no se cansan de repetir que están institucionalizando el partido y que el apellido no importa, cuando todo el pleito es solo entre tres personas que se apellidan Fujimori mientras que el resto solo mira y se acomoda.