Los conflictos entre Google y los medios de prensa, en especial los diarios, ya tienen años. A los medios al inicio no les gustó nada que su material de prensa fuese usado libremente por las páginas de la red. Esto llevó a un ciclo de juicios contra Google y otros buscadores, y de allí a arreglos siempre satisfactorios muy a medias para las partes implicadas. Con toda razón los diarios consideran que la expansión de Google es uno de los motivos de su actual crisis, puesto que se ha ido llevando parte de sus lectores, sus mejores noticias y una porción de sus anunciadores. Lo cual ha convertido al periódico tradicional en un modelo de negocios debilitado, y en algunos casos simplemente inviable. Como primera respuesta a esta situación, algunos diarios empezaron a cobrar por el acceso a su propia edición en red. Pero el volumen de las suscripciones en red no resuelve el problema, y se traduce en un cierto aislamiento frente al inmenso, y creciente, público de las redes. Google les propuso una suerte de fórmula intermedia. El paliativo encontrado en realidad fue una fórmula impuesta por Google llamada “primer clic gratis”: darle a los cibernautas un número reducido de clics para acceder a sus noticias, y reservar el resto para los suscriptores. Pero ahora la presión de los diarios, y otros tipos de medios, ha forzado a Google a suspender esa política. Antes los medios sin primer clic gratis veían limitada su presencia en Google, lo cual era un evidente perjuicio. A partir de ahora tendrán, se supone, el mismo trato en red que las páginas de los medios 100% abiertos al público. Con lo cual, importantes medios ya no tendrán que permitir siquiera una probadita de sus contenidos. En este aspecto, como siempre en la red, hay de todo. Algunos diarios nunca aceptaron la norma del primer clic, como en el caso de The Financial Times (la suscripción bordea los US$ 300 al año). Algunos permiten un número limitado de clics al mes, generalmente unos 10. Otros nunca han limitado el acceso a su contenido, como es el caso de casi todos los medios peruanos. Para los lectores habituados a recorrer la prensa mundial sin gastar una fortuna en suscripciones, el fin del primer clic gratis es una mala noticia.