Escribo esta columna antes de saber qué pasará con la selección. Más allá de ganar o de perder contra Colombia, pensando en cuándo le ganaremos el partido a la violencia, a la corrupción, a los numerosos problemas que aquejan a nuestro país. Para quienes pensaron que el fútbol ayudaría a que PPK indulte a Alberto Fujimori en pleno Perú vs Argentina, se equivocaron. PPK ha decidido seguir la estrategia de un indulto a todas luces irregular poniendo a personas como este señor, Orlando Franchini, de 92 años, como nuevo director de la Comisión de Gracias Presidenciales –mientras celebrábamos el fútbol– y alistando así el colchón para aprobar un indulto sí o sí, con o sin petitorio. Muchas fuerzas políticas –entre ellas la izquierda– y/o personalidades se han pronunciado fuerte y claro acerca de esto, no hablando en contra del indulto humanitario, sino con una postura en contra de un indulto ilegal y fabricado a espaldas de todos los peruanos, en especial, a espaldas de todas las víctimas que dejó Alberto Fujimori y por las cuales ahora está preso. Citando una de las notas que publicó este diario en su edición impresa, “el indulto perdonaría al ex presidente Fujimori de cumplir el íntegro de la condena de 25 años de prisión por el asesinato de nueve estudiantes y un profesor de la Universidad Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta, por parte del grupo Colina; por la masacre de Barrios Altos, donde se mató a un niño de 8 años también por el grupo Colina; y por el secuestro del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer, el día del autogolpe del 5 de abril de 1992”. Quizás los más recientes asesores del Presidente crean que el indulto dividirá al fujimorismo y que es mejor aprobarlo al caballazo, que ir a responder al Congreso por el caso LavaJato, por ejemplo. Pues se equivocan de gesto. El fujimorismo seguirá estando unido por el apellido y habrá ganado otra más de sus batallas contra la democracia. Mientras tanto, la inseguridad ciudadana, la violencia de género, los feminicidios, el narcotráfico, el terrorismo, todos estos males siguen aquejando a una sociedad gobernada por una clase política indiferente y lejana. Desde ya, modificando la Comisión de Gracias Presidenciales, el gobierno de PPK viene dándole la espalda a la gente, en especial, a las víctimas de todos los delitos cometidos por Alberto Fujimori y, finalmente, el indulto terminaría consolidando esta política que solo logrará polarizar más al país. Ojalá que cuando ese momento llegue, los peruanos estemos igual de unidos defendiendo la democracia. Que no solo sean la gastronomía y el fútbol, sino que nosotros mismos logremos que nuestros hijos nos vean con orgullo, como un pueblo que, tras muchas batallas, ganó la guerra.