PPK es uno más de esos políticos que prometen cosas en campaña y no las cumplen. Les prometió un aumento a los maestros en su primer año de gobierno y tuvo que enfrentar una huelga de casi tres meses para comprometerse a cumplirlo. Del mismo modo, PPK entró con Jaime Saavedra a la cabeza del sector educación, me imagino que buscando continuar algunas de las reformas emprendidas en el gobierno de Humala, al menos en ese sector. Sin embargo, un año después, nombra como su tercer ministro en esta cartera a Idel Vexler, la antítesis de todo lo que pudo habernos planteado este gobierno, inicialmente, con Saavedra. Vexler es una de las figuras más conservadoras en el sector educación. Como docente y profesional, ha sido conocido por oponerse a la actual Ley Universitaria, ley que muchos estudiantes defendimos en las calles y que buscaba poner fin a la corruptela al interior de la ex Asamblea Nacional de Rectores (ANR). Además, hay que recordar que Vexler fue antes viceministro de Educación durante el segundo gobierno de Alan García, cuando José Antonio Chang era el ministro a cargo de esta cartera. Seguro más de uno se acordará de Chang, en especial, aquellos que fuimos estudiantes durante su gestión. Recordemos que la fenecida Megacomisión (esa de la que Alan García logró librarse) recomendó, en su momento, denunciar constitucionalmente a Chang por presuntamente haber favorecido a la Universidad San Martín de Porres (USMP) con contratos públicos. Chang es rector de dicha universidad, pero las investigaciones de la Megacomisión no prosperaron gracias al aprismo y todo el trabajo del congresista Sergio Tejada quedó en nada. No es la única joya de Chang, pero regresemos a Vexler, el actual ministro. Haber trabajado para el aprismo quizás no lo convierta en aprista (también trabajó para Alejandro Toledo), pero las posturas de Idel Vexler y sus críticas al gobierno para el cual ahora trabaja han estado constantemente alineadas con el fujiaprismo. Criticó a Saavedra con la Ley Universitaria y criticó a Martens por el tema de la equidad de género. Vexler podría haber sido uno más de los que marcharon bajo la mentira de “Con mis hijos no te metas”, campaña basada en el engaño y la desinformación. Y lo peor: Vexler es uno más de esos hombres que creen que una mujer anda buscando o necesitando de sus piropos. Comentar el aspecto físico de Martens, a su salida del Ministerio, solo es una muestra del machismo de este señor que, luego de haberla criticado, la elogia y le pide visitarlo por “hermosa”. Saquen ustedes sus propias conclusiones de lo que se viene, mientras PPK sigue perdido.