Jueces y fiscales manejados a periodicazos, por la plata.,Creer que hoy los jueces temen más a los periodistas que a los políticos y al poder económico es preocupante y, quizá, muy ingenuo. “Creo que la presión que reciben actualmente los jueces ya no es tanto del poder económico, tampoco de una manera directa de los políticos. Creo que más los jueces le tienen temor a la presión mediática”, dijo el presidente del PJ Duberlí Rodríguez a propósito del fallo que confirmó la prisión preventiva para el ex presidente Ollanta Humala y Nadine Heredia. Y luego invocó a los periodistas a que “hagan su trabajo sin estar pidiendo cómo un juez debe resolver o no, porque esa es una intromisión en la independencia de los jueces”. Su comentario preocupa pues, al margen de lo que diga un periodista, un juez nunca debe actuar, como si fuera perro, por los periodicazos de un gremio que –con pocas excepciones– opina de juicios con ignorancia. Pero el comentario de Rodríguez también es ingenuo porque la opinión de estos días sobre los juicios por parte de varios periodistas, especialmente los más bullangueros, es –otra vez con pocas excepciones– ‘promovida’ por el poder político. Y en el Perú el poder político suele estar al servicio del poder económico, lo cual explica por qué la política está llena de mercachifles camuflados de interés público que en verdad solo sirven a intereses particulares. Rodríguez también peca de ingenuidad cuando dice que los jueces temen más a los medios que a los poderes político y económico, pues hay mucho periodista bailando como los monos, por la plata de gente vinculada a intereses políticos mezclados con religión, que es donde más billete circula para las próximas elecciones. Lo cual también puede explicar lo que pasa en el PJ y el ministerio público (MP), quizá por el miedo que meten periodistas ‘auspiciados’ por políticos que, a su vez, son apadrinados por el poder económico. Eso explicaría el escandaloso doble estándar que se ve hoy en la justicia, fiscalía, congreso y el periodismo, frente a los juicios en marcha. Lo peor es que esto ocurre cuando el PJ y el MP están liderados por dos profesionales honestos y capaces, como Rodríguez y Pablo Sánchez, y no por los sinvergüenzas que con frecuencia están en sus puestos. Ambos debieran promover reformas para asegurar que el país cuente con jueces y fiscales con la personalidad, capacidad y ética para que la justicia en el Perú produzca orgullo en vez de vergüenza, lo cual requiere una reforma bien hecha en otra entidad que hoy da pena, como el consejo nacional de la magistratura.