Especialista detalla algunos signos para diferenciar un estado de tristeza de un cuadro depresivo ,Tras el estreno de la última temporada de “Juego de Tronos”, la actriz Sophie Turner, interprete de Sansa Stark, ha revelado a través del podcast Phil in the Blanks que sufre de depresión hace cinco años. Así como ella, la cantante chilena Mon Laferte también compartió sus altibajos frente a este estadío. A lo largo de los años, actores como Brad Pitt, Jim Carrey, Demi Lovato y Lady Gaga han mencionado públicamente tener cuadros depresivos a pesar de sus exitosas carreras artísticas. La psicoterapeuta humanista, Karla Echazu, fundadora de “Bienestar Contigo”, comenta para este artículo información útil para identificar si este trastorno mental está alojado en nuestra vida o la de nuestros seres queridos. La especialista sostiene que este trastorno es “complejo y multicausal” y se manifiesta a través de un estrés emocional prolongado y permanente. “Esa es la principal diferencia entre la tristeza y la depresión. A alguien le puede pasar que le fue mal en el día, no quiere ver a los amigos, es una tristeza profunda a causa de un efecto, pero luego pasa que te desconectas de esa tristeza y te reconectas con la vida. Cuando es depresión, eso no se va tan fácil, es como si hubiera un rezago que lo tienes contigo día a día, van pasando los meses y te sigues sintiendo cansado, estresado emocionalmente, ese sentimiento va aumentando e interfiere con tu vida”, menciona. SEÑALES A TOMAR EN CUENTA: 1.- Estrés emocional permanente y enfocado en todas las áreas de la vida. 2.- Incapacidad para conectar con el placer y el disfrute. La persona siente la vida como una carga, hay un fastidio por vivir. Es una lucha constante, despertar se siente pesado, “otra vez abrir los ojos”, “otra vez levantarte”. La persona más que vivir, lo que hace es sobrevivir. 3.- La persona está enfocada en lo que le falta, en lo que le duele, en sus defectos, hay una incapacidad para ver tus propias virtudes, el lado positivo y optimista de la vida. 4.- Las personas no se plantean grandes objetivos en la vida, no se proyectan. Si estás feliz en la vida, vas a tener proyección. 5.- Las personas están en automático, no hay un movimiento real. Su vida es “me levanto, me lavo los dientes, voy a la oficina, regreso, me echo a mi cama a dormir”. No pueden generar un nuevo movimiento, es lo más cercano a la muerte que existe. 6.- Algunas personas tienen afectada su motricidad, caminan lento, hablan lento. Todo empieza a enlentecerse porque no están conectados con su propia vida. 7.- Hay una sensación de culpa o de vergüenza por sentirse así, muchas veces es una lucha solitaria, por eso las personas se limitan a pedir ayuda. Se aíslan porque cuando lo comparten sienten que no los entienden, o que le preocupan a la gente. CÓMO AYUDARSE Y AYUDAR La psicoterapeuta Karla Echazu sostiene lo siguiente para las personas que se identifican con un cuadro depresivo: “El primer paso es respirar y ser sinceros consigo mismos. Preguntarse ¿cuánto tiempo llevan así? Llevo así un día no es igual que decir llevo así seis meses, peor si hablamos de más de un año. Cuando pasas los seis meses de estar triste, ya es permanente. Entonces hay que ir tomándole atención al tiempo y también tomar en cuenta el contexto”, señala. “El segundo paso es buscar ayuda. Pero para buscar ayuda primero tienes que tomar consciencia de qué necesitas. Hacer mucho caso a nuestra intuición. También es recomendable ir a un profesional que pueda hacerte un filtro para diferenciar si es tristeza o a lo mejor estás pasando un cuadro que puede llevarte a la depresión crónica”, remarca. Por otro lado, si se tiene un ser querido con signos de este trastorno, la especialista recomienda “no decirle que todo va estar bien”. Añade que lo primero que se debe hacer es “escuchar con el corazón, no desde el juzgar a la persona diciendo ‘ay, no seas tonto, no seas ridículo”. “Tienes que validar la emoción que está sintiendo la persona, tienes que ser consciente que para ti es tonto pero para la persona que te lo está contando es real, es una realidad. Hay que escuchar más sin decirle qué tiene que hacer porque eso le quita empoderamiento. Más bien preguntarle qué necesita o frases como ‘puedes decirme realmente lo que sientes, no te voy a juzgar, vamos a buscar soluciones, te acompaño a buscar soluciones, vamos a investigar’”, concluye para añadir que el soporte es una actitud que les haga sentir que estás a su lado.