La práctica del método 'karezza' es cada vez más popular entre las parejas que, cansadas de las mismas posiciones de siempre, intentan reavivar la 'llama' en sus relaciones y disfrutar más del sexo. Conoce más al respecto. ,Muchas personas piensan que el único objetivo del sexo, es que todos alcancen el orgasmo; sin embargo, hay una tendencia que rechaza por completo esta idea. La práctica del método 'karezza' es cada vez más popular entre las parejas que, cansadas de las mismas posiciones de siempre, intentan reavivar la llama en sus relaciones y disfrutar más del sexo. PUEDES VER: Sexo: las preferencias de los hombres de acuerdo a su edad 'Evitar' el clímax puede sonar extraño, pero el no percibirlo como el fin único del sexo, te puede ayudar a mejorar tu relación e incluso ayudar en el tratamiento de diversos trastornos sexuales como la adicción al sexo, el vaginismo o la disfunción eréctil; puesto que te 'libera' de la sensación de 'estar obligado de rendir bien en la cama'. 'Karezza' viene de la palabra italiana 'carezza', que significa caricia, y se ha escogido para describir este método porque lo que se busca es un tipo de relación centrada en el apego y el afecto, y no tanto en el orgasmo. Marnia Robinson y Gary Wilson, publicaron el libro:'Paz entre las sábanas: sanando con relaciones sexuales' donde hablar sobre esta práctica, la cual se ha revitalizado. ¿En qué consiste? Su propuesta comienza con un periodo de dos semanas sin relaciones sexuales, en los que se practica alguno de estos ejercicios para aumentar la sensación de intimidad en la pareja. Por ejemplo, sentarse cara a cara con las manos entrelazadas, sin palabras, tan solo miradas. También se recomienda bailar desnudos, darse masajes, acariciarse o abrazarse durante más de un minuto. El objetivo de este periodo, afirman, es descubrir que se puede "hacer el amor" sin relaciones sexuales. Luego de este periodo, llega el momento para practicar la penetración, eso sí, sin el orgasmo como objetivo. Lo más recomendable para la pareja, será comenzar con la 'posición de la cuchara', luego la mujer pone su pierna levantada por encima de la del hombre y girá su torso para apoyarse sobre su espalda y así estar frente a frente. Asimismo, aseguran que con la práctica desaparece la necesidad de alcanzar el orgasmo y, para llegar a este estado. Lo que diferencia a esta técnica de las tradicionales 'enseñanzas tántricas' es que este método se aplica a tanto el hombre como la mujer. Para comprender la enormidad de su contribución al campo de sexo, es necesario que para cuando publicó su libro 'Karezza, la ética del matrimonio', el tantra hindú o tibetano de moda en la época enfatizaba solo el control del orgasmo masculino.