La pata cojísima de este gobierno -real y percibida- es la gestión y también tienen un gran problema de comunicación y por eso su pobre desempeño se percibe mucho peor de lo que es. ,Es probable que hoy conozcamos el nombre del próximo Presidente del Consejo de Ministros. Como nos encanta y nos quema el chisme, se ha especulado con nombres que van desde Jorge del Castillo y Ántero Flores-Aráoz hasta Pedro Cateriano, Marisol Pérez Tello y Salvador del Solar, pasando por Fernando Cillóniz y Allan Wagner (quien ya negó tal posibilidad en extenso). Pero el gobierno no necesita solo un nuevo premier, necesita al menos un puñado de ministros a los que sea entretenido ver mientras empujan carreta y que hablen (y les guste hablar) al respecto. Me explico: durante la emergencia en Piura (lloviendo sobre mojado, literalmente) varios ministros se hicieron presentes, pero pasaron casi desapercibidos. Es muy cómodo para un ministro no tener que responder a la presión de la opinión pública ni de los medios de comunicación porque el Presidente le sirve de amortiguador. Y de hecho, es muy cómodo para los ministros seguir trabajando y dejar que quien declare y ponga la cara sea el Presidente, quien, además, sigue siendo el único clavo que sostiene el cuadro en la pared y parece disfrutarlo. Pero debería ser exactamente al revés y nadie en el gabinete parece haberlo notado. Sí, 56% de aprobación es más de lo que cualquiera de los últimos 4 presidentes tuvo luego de un año de gestión. Eso no es una crisis. Los ministros deben responder cada uno por su sector en el plano técnico y en el político. La función de Premier, por otro lado, es la que viene desempeñando el presidente Vizcarra: aparecer a dar explicaciones y a hacer anuncios y comentarios sobre la política general del gobierno: el pararrayos del gobierno. ¿El Presidente debe aparecer en las fotos de la emergencia? Si de verdad no queremos más caudillos, no. Pero no estamos allí aún, así que sí, debe aparecer y dar la impresión de que todo está bajo control (aun si no lo está del todo), porque se le eligió para que se haga cargo. La pata cojísima de este gobierno -real y percibida- es la gestión y también tienen un gran problema de comunicación y por eso su pobre desempeño se percibe mucho peor de lo que es. El nuevo Premier se tiene que encargar de cambiar eso, pero primero le tenemos que creer. Y como construir credibilidad es una tarea imposible para la mayoría de los políticos, debe ser alguien que llegue de “afuera” con crédito propio. Y debe ser alguien que, al mismo tiempo, dé la impresión de que sabe de lo que habla, que esté legitimado y se perciba empoderado frente a los principales interlocutores del gobierno central, que sea muy articulado e, idealmente, que caiga bien. ¿Se le ocurre alguien así? Mientras tanto, César Villanueva regresará al Congreso. Y es una buena idea. Allí, los intereses en contra del gobierno y del Presidente se están alineando y aglutinando con más fuerza que nunca antes, pues, además de fujimoristas y apristas, están los que sienten que tienen algo que perder si la lucha contra la corrupción continúa y los que creen que tienen una alta probabilidad de hacerse con la presidencia si estas se producen antes del 2021. Para Martín Vizcarra, Villanueva en el Congreso es hoy más valioso que en la PCM porque Salaverry ya marcó distancia, como primero lo hizo de Keiko Fujimori. Aquí sí podría ser una crisis.