¿Cuándo se podrá retirar la CTS?

Corvetto y la no ratificación

El esperable voto de Marco Tulio Falconí en el Pleno de la Junta Nacional de Justicia.

Una votación que requería que los 5 integrantes votaran a favor de la ratificación del jefe de la ONPE, Piero Corvetto, solo obtuvo 4 de los 5 necesarios. El recientemente incluido Marco Tulio Falconí tuvo el voto discordante y se vio imposibilitada la decisión de mantener al frente de este organismo electoral por cuatro años más al máximo representante de esta institución, que realiza una tarea fundamental en la conducción del próximo proceso electoral.

La votación de Falconí —quien tiene en su haber unas 20 llamadas telefónicas con la que se denomina la red criminal de ‘Los Cuellos Blancos’— ya se preveía, debido a que su ingreso en esta última etapa de crisis de la JNJ obedece a una intervención cuestionada del Tribunal Constitucional en un proceso judicial en marcha.

Como se recuerda, el TC determinó que la medida cautelar que daba garantías a Inés Tello y Aldo Vásquez quedaba en suspenso hasta el pronunciamiento de la Corte Suprema al respecto. La JNJ se apresuró en convocar a los suplentes, y el ingreso de Falconí se hizo posible.

En paralelo, el Congreso viene avanzando en un doble camino en relación no solo con la JNJ, sino con la propia conducción de la ONPE y el Reniec. En un predictamen motivado por una iniciativa de Gladys Echaíz, la Comisión de Constitución pretende reemplazar a la Junta Nacional de Justicia por una entidad que se denominaría la Escuela Nacional de la Magistratura.

Esta figura ha sido criticada por la propia JNJ, el fiscal de la Nación y el presidente del Jurado Nacional de Elecciones. Nada ha logrado detener esta iniciativa del partido Fuerza Popular y sus aliados en el Congreso.

En paralelo, en ese mismo predictamen se incluye una disposición que deja la elección de los jefes de la ONPE y del Reniec en manos del Senado. Se trata de una medida que sigue reforzando la presencia del Congreso en los espacios correspondientes a otros poderes del Estado, en desmedro del equilibrio y separación que deben existir entre ellos. Es también otorgarles la capacidad de sancionar por falta grave a los titulares de los órganos electorales, con lo que van a coartar la independencia y autonomía que deben garantizarse, según la Constitución.

Esta es una nueva acción del parlamentarismo en marcha, que acumula poder aprovechándose de la debilidad del Gobierno actual, que sin bancada propia permite este curso de los hechos y debilita a pasos agigantados la democracia peruana. Corvetto no ha logrado los votos necesarios en un contexto que no permite una votación racional e independiente. El avasallamiento es evidente y lamentable. Una derrota para el Perú democrático.

La República

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.