Fotocheck político de marzo, por Mirko Lauer

"Keiko Fujimori. Ha pasado a encabezar una bancada similar a la apabullante mayoría que obtuvo en el 2016. Pero el esquema no es electoralmente lucrativo, y no le gusta".

Gustavo Adrianzén. Todavía no ha logrado reemplazar realmente al ahora hipersilencioso Alberto Otárola. Le corta las alas un poco la espera del voto de confianza parlamentario. Hay una mayoría a favor, pero nunca se sabe. El pequeño choque con Sunedu (presencial vs. remoto) no lo ayuda mucho en esta breve etapa condicional.

Dina Boluarte. Esperando noviembre, temiendo los efectos de la ausencia de Otárola. Su gestión se está convirtiendo en una gran promesa de tipo económico, tema en el que ella no tiene mucho que aportar. En efecto, el rebote está produciendo algunas cifras interesantes. Hay ramas con gran dinamismo, pero la realidad de los hogares sigue empeorando a todo nivel.

Keiko Fujimori. Ha pasado a encabezar una bancada similar a la apabullante mayoría que obtuvo en el 2016. Pero el esquema no es electoralmente lucrativo, y no le gusta. Sobre todo porque un Poder Judicial respondón se la tiene jurada. Pero al menos ha logrado controlar el repunte de su padre y la reaparición de un albertismo.

Rómulo Mucho. En muy pocas semanas ha perdido un compañero de viaje en Toronto, ha vivido un repunte político-militar de la minería ilegal con epicentro en la violencia criminal de Pataz, y ha sido citado al Congreso para lo que sin duda será una falta de respeto. Para un hombre con su prestigio, no ha sido un comienzo muy auspicioso.

Fernando Rospigliosi. Está ganando peso en la pugna por la vocería de la ultraderecha. Eso lo podría llevar incluso más allá del fujimorismo que lo acogió. Si el estilo achorado y excesivo de Antauro Humala puede encontrar un competidor en el terreno de las ideas, pero con modales serenos, ese sería Rospigliosi. Quizás aún es temprano para ese match. Primero vendrá el embate de sus competidores cercanos.

Alejandro Soto. Cada vez confirma mejor que es uno de ellos. Su rostro y su expresión reflejan cada vez más lo que sucede en el Congreso, encima y debajo de los pupitres. Por ejemplo cuando jura que no permitirá allanamientos. El proyecto original era poner cara de palo y pasar piola. Pero se ha vuelto un símbolo de la sombría picardía de los peores congresistas de esta hora.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).