Marzo sangriento, por Paul Maquet

"¿Cuándo los peruanos saldremos a marchar exigiendo algo tan básico como un transporte urbano que no nos mate? ¿Cuándo algún político declarará en emergencia la movilidad en nuestras ciudades?".


Pueblo Libre: el conductor de una miniván cruza en rojo, causa un múltiple choque, hiere a varias personas y mata a un papá que llevaba a su hija al colegio. 

Independencia: un auto manejado por un policía invade el carril exclusivo del Metropolitano y mata a dos adolescentes llenas de sueños que salían de sus clases preuniversitarias. 

Los Olivos: una cúster causa un choque y mata a dos escolares. El chofer se da a la fuga.

Todo esto ha ocurrido en los primeros días de marzo. Y se cuentan más y más casos en una masacre que no tiene cuándo acabar. De manera absurda, una ciudad diseñada para la velocidad y no para proteger la vida mata todos los días a nuestros hijos e hijas. Todos son responsables: en las tres noticias reseñadas son culpables una cúster de transporte público, una miniván, símbolo actual del transporte informal, e incluso un policía que, se supone, es el actor que está allí para hacer cumplir la ley.

En el Perú, mueren cada año más personas en las pistas que por causa de la delincuencia. ¿Por qué esta matanza diaria no causa el mismo nivel de indignación? ¿Cuándo los peruanos saldremos a marchar exigiendo algo tan básico como un transporte urbano que no nos mate? ¿Cuándo algún político declarará en emergencia la movilidad en nuestras ciudades?

Por el contrario, los municipios y gobiernos insisten con obras del siglo pasado como vías expresas inútiles, periféricos viales y bypasses diseñados para aumentar la velocidad de los autos. Las ciudades humanas para el siglo XXI demandan otro enfoque centrado en proteger la vida y reducir la velocidad.

Paul E. Maquet

Lima. Periodista con estudios de maestría en comunicación política y periodismo ambiental, docente universitario e investigador y activista en temas de comunicación, derechos humanos, política y ecología.