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Advertencia británica a Maduro, por Mirko Lauer

"El anunciado envío de la lancha patrullera HMS Trent a aguas de Guyana está cargado de resonancias e implicancias".

El anunciado envío de la lancha patrullera HMS Trent a aguas de Guyana está cargado de resonancias e implicancias. Por lo pronto evoca con fuerza la decisiva presencia de buques de la armada británica en Las Malvinas/Falkland, 1982. El gesto actual se da cuando ya el dictador de Venezuela y el presidente de Guyana se han reunido para optar por un camino pacífico. ¿A quién creerle?

Ciertamente no a Nicolás Maduro. Apenas empezó el intento de manotazo sobre el Esequibo, Guyana movió tropa hacia la frontera, Brasil desplazó efectivos hacia la zona, EE. UU. hizo ejercicios militares en las inmediaciones. Ahora el Trent va a terminar de señalar que más vale precaver que lamentar una incursión sorpresa del chavismo, algo que hasta Colombia ha recelado en algún momento.

Las bravatas nacionalistas de Maduro no equivalen a la invasión de las islas en disputa por parte de la sangrienta junta militar argentina. Pero sí tienen el tono de un abusivo prolegómeno a la invasión de un vecino pequeño. Caracas cuenta con armas más que suficientes para hacerlo; Georgetown está acudiendo a sus tratados militares, y estos están empezando a responder.

Si Maduro se saliera con la suya en una aventura militar así, podría alentar una ola de gobernantes inescrupulosos traqueteando sables por toda la región. Un zarpazo al vecino, moderado o exagerado, incluso un modesto incidente fronterizo, puede ayudar a resolver más de un problema interno. Los tratados precisamente están allí para evitarlo. Aunque hay un tipo de tirano tropical inmune a tales consideraciones, como el sombrío tándem de Nicaragua.

Aún si no fuera peligrosa (lo es), la actitud de Maduro es un flagrante deseo de saltarse a la garrocha tratados internacionales de Venezuela. No es por eso que el Trent está llegando, pero sí por la idea que quien desprecia un tratado, que es ley entre las partes, está perfectamente listo para pasar a mayores, incluso para llegar a la guerra.

Sospechamos que la mano de Maduro no está siendo detenida por una falta de ganas de emular a Napoleón III, sino por la falta de compinches dispuestos a participar en una guerra por el petróleo guyanés. Las potencias no aprueban la desestabilización de zonas donde hay comercio y elementos de derecho internacional.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).