Récord histórico: ruido del mundo baja un 50 % por la cuarentena global debido al COVID-19
La paralización del transporte, el cierre de las fábricas y empresas provocaron el periodo más silencioso desde que se tiene registro.
Mundo en silencio. La pandemia por el nuevo coronavirus causó que las actividades humanas se detengan, las empresas y fábricas cerraron sus puertas, y no se usaron medios de transporte. Un estudio que ha controlado este proceso mediante sismómetros concluye que el confinamiento descendió un 50 por ciento el ruido sísmico en el planeta.
El tiempo monitoreado abarca los primeros meses de 2020, el cual se ha catalogado como el más silencioso desde que se tienen registros. Las conclusiones de esta prueba se publicaron en la revista Science, en un artículo que está a cargo los expertos del Real Observatorio de Bélgica, donde también participan —por parte de España— especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
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Se conoce que las acciones humanas desatan vibraciones que se propagan por el suelo y que el principio de ellas con frecuencias entre 1 y 15-20 hercios, que se reconocen por los sismómetros de manera más o menos prolongada, está vinculado con el tráfico, los trenes o la ocupación industrial, entre otras actividades.
En dicho análisis, los científicos compilaron una gran cantidad de datos sísmicos de más de 300 estaciones de lectura repartidas por todo el mundo y examinaron las variaciones de la energía en esa banda de frecuencias desde cuatro meses antes de la disposición de la cuarentena hasta la presente, indicó el investigador del CSIC en el Instituto de Geociencias Barcelona, Jordi Díaz.
“Se puede observar que ha habido una progresiva recuperación del nivel de ruido en los últimos meses, pero todavía no se ha llegado a los niveles previos al confinamiento”, señaló el experto del CSIC.
Con el propósito de tener un panorama a escala global, el científico Thomas Lecocq, del Observatorio Real de Bélgica y jefe del proyecto, armó un sistema de análisis para juntar los criterios de estudio de datos por parte de la comunidad sismológica a nivel internacional.
De esta manera, surgió una cooperación en el que 76 especialistas de 66 organismos en 27 naciones unieron conocimientos de forma organizada para llevar a cabo el monitoreo del ruido en el mundo.
“La disminución de las vibraciones producidas por el hombre ha permitido identificar señales de pequeños terremotos que hubieran pasado desapercibidas”, destacó Díaz.