La soledad de Agua Dulce

El mar sin limeños. La playa más concurrida de Lima luce vacía. Solo unos pocos burlan el control policial y se arriesgan a volver al mar.

Texto y fotos: Jorge Cerdán

Playa

Desde que empezó la cuarentena, la avenida Huaylas, en Chorrillos, fue cerrada por el Ejército. Es el acceso principal para la playa de Agua Dulce. El jueves pasado, a las 4.30 de la tarde, pasamos con la móvil por este punto. Solo encontré cuatro personas. A dos de ellas las vi a lo lejos, les hice fotos con el teleobjetivo. Un señor, de unos 60 años, trotaba en solitario. Me miró, se sorprendió, pero no me dijo nada. El muelle está vacío. Los pescadores han suspendido todas sus actividades. He pensado que esta playa, que es la más grande de Lima, la que acoge a personas de todos los estratos, la que reúne a todas las sangres, ahora, que está solitaria, tiene una belleza distinta.

El corredor

Los hombres que trotan son un problema de la ciudad. Son minoría pero tienen un problema para obedecer a las autoridades. A este lo vi en Agua Dulce. Tenía unos 60 años y está en el grupo de riesgo, pero prefiere ignorar las recomendaciones.

En el mar

En otras circunstancias, hubiera estado feliz de hacer esta foto. Es una típica postal de verano, la del jovencito que juega junto al mar sin preocupaciones. Pero esto no debería pasar durante el estado de emergencia. El mar siempre estará allí. Hay que tener paciencia.

Pelícanos

Las aves disfrutan la cuarentena en Lima. En San Miguel se pueden oír a numerosos grupos de loros. En Chorrillos, los pelícanos reinan en el muelle.