Vania Torres Olivieri: “La ola maravillosa de la vida se corre con pasión”
Surfista, futura administradora e integrante del team Billabong. Vania cerró una temporada histórica para el paddle surf peruano. Es la primera compatriota en ubicarse en el top 3 del mundo en el Tour APP.
Mientras se alista para las fotos frente al mar, Vania Torres Olivieri (24) salta entre las rocas, se acomoda el cabello, juguetea con su tabla. Gotas de agua salada acarician su rostro. Tras calzarse una presea de plata en los Panamericanos 2019, escaló a la tercera posición del ranking mundial en stand up paddle, modalidad adaptada del surf. Integrante del team Billabong, tenía solo 9 años cuando entró al mar por primera vez. Desde entonces no le ha perdido el miedo. También le aterra la derrota.
Dijiste que uno aprende a leer las olas. ¿Cómo lo lograste tú?
A punta de tropezones. Esa frase cliché –si te caes mil veces, mil veces te levantas– es tan cierta. Por eso me gusta pensar que la vida es como una ola interminable, algunas veces estridente, pero siempre maravillosa. Depende de ti con qué destreza la enfrentas. Solo hay que insistir con pasión, como si fuera la última vez.
Antes de tu competencia definitiva en los Panamericanos, necesitaste la ayuda de un psicólogo deportivo. ¿Por qué?
Porque era una presión incontenible. Había noches que me tendía sobre mi cama y pensaba: qué loco todo lo que estoy haciendo. Es el peso de representar a tu país, esa agradable responsabilidad. No había un solo día en que dejabas de escuchar: debes traer medalla. El día de la competencia fue aún más intenso. Solo puse mute alrededor. Fue el mar y yo.
¿Cuál fue la recomendación del psicólogo a todo eso?
Que es bueno que te presionen. Que si pasa es porque puedes dar más. Igual me seguían temblando las piernas.
Leí que le temes al mar, pero aún así insistes en que te abracen las olas.
Es que es apasionante. Me enamora, me salva de momentos tensos. Estás rodeado de lobos marinos, peces, siempre con amigos que llegan a la playa. Te da la posibilidad de tener una gran familia, de todas las edades, de todos lados. En el mar no hay diferencias.
Antes hiciste jiu-jitsu.
Era un match chévere para el surf. Y claro que tiene sus riesgos. Luego de que me lesioné, llegué ‘derechita’ al surf. Ahora me parece un deporte pleno que puedo combinar con mi carrera, Administración y Negocios Internacionales, en la UPC.
¿Alguna vez te has sentido encasillada?
Antes más que ahora. Es que se creía que el surf era un deporte para ‘vagos’, asociado a las drogas, a la vida liberal. Todo lo que quieras, pero me interesa dejar un precedente.
¿Te consideras feminista?
Creo en la igualdad. Detesto los estereotipos. No creo que debamos irnos al extremo. En cambio, me parece vital que unamos fuerzas para decir que estamos presentes. Pasan cosas increíbles cuando todas nos damos la mano.