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Jesús Raymundo: “Hay políticos que suelen tuitear con horrores y se resisten a corregir”

El libro “La redacción no se improvisa” ha cruzado el océano Atlántico. Hoy se vende en más de cien librerías de España.

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Por: Carlos Páucar

Lo llaman el Doctor Tilde. En las redes sociales es incansable para corregir los errores y horrores de personajes públicos, de comunicados institucionales, de titulares de prensa... Su batalla personal es por difundir la importancia de escribir bien. Una batalla dura, a veces desoladora, solitaria, pero fructífera cuando conoce a jóvenes interesados en corregirse.

¿Los peruanos escribimos mal, Doctor Tilde?

Los casos son variopintos. Hay políticos, por ejemplo, que suelen tuitear con horrores y se resisten a corregir. Muchos community managers que publican con faltas ortográficas ponen en riesgo la reputación de las empresas.

¿Ves mejora en el manejo de la gramática y la ortografía en el país o, al contrario, hay un retroceso?

A diferencia de lo que muchos opinan, hoy escribimos mucho más que en otra época, pero lo hacemos mediante las redes sociales. Nos preocupamos muy poco por la claridad y la corrección de los mensajes... Hemos perdido la vergüenza de escribir mal.

¿Sientes que hay fallas estructurales que afectan la escritura?

Muchos padres de familia creemos que se aprende a escribir en la escuela, y no aportamos en el hogar. En tanto, los profesores de los primeros años minimizan las faltas ortográficas y de sintaxis. Los jóvenes ingresan con estas deficiencias a la universidad, donde tampoco logran superarlas.

Con tu experiencia, ¿qué debemos hacer para incentivar la lectura?

Todo empieza en casa. Los padres debemos apagar el televisor y leer con nuestros hijos. En lugar de un celular, debemos regalarles un libro. Colegios, municipalidades, empresas y Estado deben trabajar para impulsar la cruzada de la lectura.

¿Qué pasa con las bibliotecas municipales y escolares que padecen de olvido e indiferencia?

Necesitamos más bibliotecas en cada colegio, barrio y distrito. No se debe a la falta de presupuesto, sino a la ausencia de compromiso y visión. Estos espacios deben ser auténticos refugios para salvar la esencia de la humanidad.

¿Cómo surge tu experiencia en la corrección hasta ser llamado el Doctor Tilde?

Surge en mis primeros años de redactor y editor, hace más de 25 años. Tuve la suerte de cumplir ambas funciones en dos medios diferentes. Corregir es un eslabón dentro del proceso de la escritura. Y uno aprende de manera autodidacta.

¿No ser un lingüista es una dificultad para cumplir el objetivo de divulgar la buena escritura?

No. La buena escritura no es patrimonio de una especialidad. Los periodistas somos también escritores, investigadores y curiosos. Con actitud y perseverancia es posible lograr lo que nos propongamos.

Tu libro La redacción no se improvisa ha tenido mucho éxito.

Es un libro que rompe con la tradición. Usa los recursos periodísticos, como la infografía y despieces, para compartir normas, técnicas, casos y experiencias que ayuden a escribir bien. Leerlo es como abrir un periódico y encontrar una buena noticia para la vida.