Lo irónico de los tuits de Kenji Fujimori en los que manifiesta su oposición a Fuerza Popular (FP) es que termina siendo uno de los críticos más severos de su bancada y pone en situaciones incómodas a sus colegas, quienes deben medirse al contestarle porque se trata del hijo de Alberto y hermano de Keiko.Kenji conoce bien esa ventaja y la aprovecha usando la situación de carcelería de su padre y de su eventual indulto para realizar un juego político propio. Él busca su propio espacio y diferenciarse de su hermana. Y vaya que lo está logrando, volviéndose un entrista en su bancada.El hijo predilecto del líder fujimorista está jugando a torpedear a su bancada de una manera abierta y sin reparos. Quiere un perfil propio y posicionarse como alguien de una actitud mucho más hacia el centro y menos de la derecha de lo que está Fuerza Popular. Aparentemente lo está logrando.