Espectáculos

Eduardo Adrianzén: “Es una época infame, similar a los 90”

Entrevista. El creador de El último bastión estrenó obra teatral y opina de coyuntura.“Votar no es entregar tu alma, no eres súbdito”.

Eduardo Adrianzén. Foto: difusión
Eduardo Adrianzén. Foto: difusión

Hombres “al borde de un ataque de nervios”. Tres hermanos que acompañan a su madre en su última semana, esa es la premisa de Infusión, una obra de Eduardo Adrianzén que nos permite reflexionar sobre la pérdida y lo hace a través de la comedia. “Era riesgoso”, nos comenta por teléfono. El diagnóstico llega cuando cada uno de ellos enfrenta una crisis personal. “En una situación límite, no hay mesura”, dice.

—¿Cuándo piensas en este guion y cómo lo llevas a la comedia?

—La obra tiene un inicio real, a mí me pasó eso en una semana. Mi mamá estuvo mal en la casa. Y la idea de poner a estos tres hombres es ver cómo asumen esta situación, la peor de su vida, cuando lo único que pueden hacer es esperar.

—Las verdades se dicen sin edulcorar. ¿Planteas que es necesario llegar a un extremo para hablar?

—En los hombres sí, tiene que ser una situación extrema. Bailan porque ya no saben qué hacer, son reacciones de hombres (ríe). Si fueran tres hermanas, sería diferente. Las mujeres estarían centradas en la mamá, pero estos no, evaden y evaden aunque tienen la verdad en su cara. Hasta que ya no puedes más.

—Y nos llevas a una familia de la clase media que enfrenta el cáncer con enfermeras las 24 horas. Te interesaba la idea de que ‘siempre se puede estar peor’, ¿no?

—Absolutamente. Es que todo lo que nos pasa tiene que ver con dónde estamos ubicados socialmente, desde lo más trivial, todo tiene que ver con la suerte —o la no suerte— de crecer, nacer, vivir. Estos chicos son producto de una familia de izquierdistas de los 70, son bastante liberales y representan una época. Me interesaba que sea una muerte simbólica y a la vez real.

 Infusión. En el Británico, Miraflores. Foto: difusión

Infusión. En el Británico, Miraflores. Foto: difusión

—Claro, y uno de ellos es de derecha. Trasladándonos a la coyuntura, ¿has querido hablar del país mostrándonos a estos tres hermanos?

—Sí, quise que sea la parte metafórica. Los que quedan, los hermanos, tienen que vivir en paz. (La pérdida) te tiene que dejar algo bueno, aprender a tolerarse, a convivir.

—En medio de la recesión, la invitación del alcalde de Lima a Tinelli, el proyecto de ‘ley Tudela’…

—Es un desastre. Estamos en una época infame, socialmente es horroroso, similar a los 90. Es terrible y yo creo que todo va a implosionar. Creo que la gente que está en el poder está haciendo tal cantidad de ‘animaladas’, llevando al límite todo. Es una mafia que maneja todo, creo que es el hampa, sinceramente, lo creo. Son un grupo de hampones que solo se quieren beneficiar y eso va a estallar, estoy casi seguro.

—Mientras, en redes sociales, te desacreditan si votaste por la izquierda, por ejemplo.

—Sí, es que hay quienes creen que votar es entregar su alma. Lo que les digo es: “Entonces tú eres súbdito, no eres ciudadano”.

—Después de El último bastión, ¿pensaste en otra serie sobre el país?

—No, esa fue una maravillosa excepción, el Estado la quería hacer, sino hubiera sido imposible. No es un tema que le interese a los canales, es muy caro, podrían hacerlo si tuvieran la intención de hacer algo internacional. Y la televisión estatal ‘ya fue’—en contenidos también, es sostenido heroicamente por algunos—, está en manos del Gobierno, que es el terror. Ojalá que la ‘ley Tudela’ no pase, pero en épocas infames no lo sabes, tienes que cuidar tu país. Es pelear contra Godzilla, pero es no dejarte matar tan fácil.

—Lo hicieron los cineastas, organizándose, ¿no?

—Claro, pero también en situaciones terribles y límites.

Como en ‘Infusión’.

—Es que siempre es así la vida, ante la muerte, algo haces.