Economía

Inclusión financiera: ¿cómo afectan los sesgos de género a las mujeres?

La predisposición a la hora de otorgar créditos a las mujeres puede limitar las oportunidades que tienen para tener un negocio propio.

Conoce los sesgos de género en el sector financiero. Foto: Envato.
Conoce los sesgos de género en el sector financiero. Foto: Envato.

En 2021, el 60% de negocios creados en Perú fueron liderados por mujeres, según la Cámara de Comercio de Lima. En la búsqueda de independencia económica y de tener mejores oportunidades ante un mercado laboral golpeado por la pandemia, más mujeres se han animado a iniciar sus propias empresas.

Sin embargo, en el Perú se observan brechas en el nivel logrado de inclusión financiera entre las mujeres y los hombres, ya que mientras un 19% de los hombres alcanza un nivel logrado de inclusión, solo un 12% de peruanas alcanza este nivel, según el informe Índice de inclusión financiera de Credicorp 2021.

El informe también revela que del grupo de mujeres que trabajan, las amas de casa muestran resultados poco alentadores, ya que solo el 15% cuenta con productos de crédito en el sistema formal; en cambio, el grupo de trabajadoras dependientes (48%) e independientes (35%) reportan los niveles más altos.

En el proceso de crear un negocio, y teniendo en cuenta este panorama, además de la idea de lo que uno quiere desarrollar, se requiere tener el presupuesto necesario para poner en marcha la empresa. Ante esto, una de las opciones a las que las personas recurren es obtener un crédito bancario. En ese momento, las mujeres se enfrentan a sesgos que pueden limitarle el acceso al dinero que necesitan.

¿Cuáles son los sesgos de género en el sector financiero?

Cuando se habla de sesgo de género se hace referencia a la predisposición o la subjetividad al momento de tomar decisiones sobre una persona, lo que puede generar una discriminación. Los estudios recientes demuestran que a pesar de que los análisis crediticios son estandarizados, estos pueden estar desviados por las personas que realizan estos análisis, explica Karina Azar, consultora del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Y aunque existen muchos tipos de sesgos, el BID ha identificado tres: el sesgo de rendimiento, que es cuando se infravalora la capacidad de las mujeres y se sobrevalora la de los hombres. Esto está ligado a los estereotipos empresariales: las mujeres entonces deben demostrar que son más talentosas, que tienen más experiencias y que son más rentables.

Otro de los sesgos más fuertes es el de maternidad, ya que se considera que las mujeres que son madres están menos comprometidas con su trabajo y se remarcan más los errores que puedan cometer. Está ligado al estereotipo de que están menos tiempo dedicas al negocio y más concentradas en la familia.

Por último, el sesgo de afinidad, que se refiere a que las personas se sienten más cómodas con personas como uno. Muchas veces los mentores en el sector financiero son hombres porque tienen más experiencia y esto genera un círculo vicioso en el que, al no tener de referencia a más mujeres, hace que estas se vean como persona más difíciles y complejas con quienes lidiar.

Un ejemplo de ello es el sector construcción. El 30% de estudiantes de carreras orientadas a la construcción son mujeres, según un informe del Servicio Nacional de Capacitación para la Industria de la Construcción (Sencico). En esta área donde las mujeres se abren camino, Rosario Torpoco Viladegut, miembro del directorio de Cerámicos Peruanos S.A., nos cuenta algunas de las dificultades que ha identificado a la hora de solicitar créditos para iniciar proyectos de construcción.

“Gran parte de los obstáculos para acceder a créditos para este tipo de proyectos obedecen a las diferencias en el nivel de ingresos o la empleabilidad que tenemos las mujeres respecto a los hombres en el país. El acceso a empleos con salarios estables que permitan ingresar al sistema financiero no resulta sencillo, sobre todo para mujeres en zonas con menores niveles de desarrollo”, cuenta Torpoco.

¿Qué pueden hacer las empresas del sector financiero para cambiar esta realidad?

Los datos revelan que hay tres motivos por los que las mujeres que no aplican a créditos: porque no lo necesitan, porque no encuentran una oferta adecuada a sus necesidades y porque se anticipan al rechazo. Es muy importante que las empresas puedan acceder a este tipo de información, a fin de saber qué hay detrás para poder tomar acciones concretas para asegurar que más mujeres pueden tener récords financieros, asegura el BID.

Algunas de las recomendaciones para las empresas financieras que brinda el BID son el de cambiar prácticas y procedimientos. Se pueden perfeccionar los productos con enfoque de género y estandarizar los puntajes a las evaluaciones de solicitudes de crédito.

Además, se puede realizar campañas testimoniales de clientas mujeres con negocios exitosos, que pueden ayudar a cambiar las ideas preconcebidas que se tienen sobre las empresas dirigidas por ciudadanas.

Por su parte, Rosario Torpoco, señala que desde su experiencia, “es necesario mejorar la cultura financiera a nivel país. La posibilidad de acceder a créditos aumenta cuando existe estabilidad laboral e incremento de ingresos, y esto solo se puede lograr con más y mejores oportunidades para las mujeres peruanas”.