Crisis hídrica en Piura: “Solo esperamos que Dios nos dé lluvias”
Sequía. La falta de agua sigue golpeando a la agricultura, uno de los sectores productivos más importantes de la región Piura. Hoy ya suman más de 60.000 hectáreas perdidas. El arroz y el limón, dos productos indispensables de nuestra gastronomía, se verán afectados.
Decenas de agricultores de Sechura se encuentran apostados en los exteriores de la sede del Gobierno Regional de Piura desde tempranas horas de la mañana, bajo un sol abrasador. Al grito de “sin agricultura, no hay comida”, piden a los Gobiernos regional y central una respuesta inmediata para la crisis que los golpea desde que se limitó el suministro de agua para el sector agrícola, así como una auditoría al Proyecto Especial Chira Piura (PECHP), ante una gestión deficiente del recurso hídrico.
Su vía crucis se inició en octubre, cuando el PECHP anunció que el reservorio de Poechos, que provee de agua a las juntas de usuarios de Sechura, Sullana, y el medio y bajo Piura, contaba solo con 14 millones de metros cúbicos de agua, el 2% de su capacidad. Ante el inminente desabastecimiento por la escasez de lluvias, la entidad regional dispuso que el líquido solo sería distribuido para uso poblacional.
A inicios de noviembre, el PECHP hizo pública una nueva cifra: la infraestructura almacenaba 45 millones de metros cúbicos de agua, pero solo 35 estaban disponibles. Aunque la entidad dispuso que durante cinco días se distribuyera el recurso para usos productivos, cientos de hectáreas de arroz y maíz ya se habían perdido, y el líquido era insuficiente para quienes aún intentaban salvar sus cultivos.
Ahora, tras varias horas fuera de las instalaciones del GORE Piura, Lázaro Chunga Amaya se anima a dar su testimonio. Es un hombre en sus cincuenta, con los ojos enrojecidos y expresión apesadumbrada. Sobre sus hombros lleva una pesada carga: en todo el año no ha obtenido ganancia de su principal fuente de ingresos: el arroz. Pertenece a la comisión de regantes del margen izquierdo de Sechura y no pudo sembrar en la campaña grande a inicios de año, porque el canal que proveía de agua a su parcela fue intervenido por trabajos de revestimiento.
“He sembrado dos hectáreas y media. He invertido más de 10.000 soles por hectárea. La comisión de regantes nos reunió para programar la campaña (chica). Nos aseguraron que había agua. Hemos sacado préstamos en las cajas, en los bancos. Hemos quedado endeudados. ¿Cómo vamos a empezar la campaña que viene? Nadie nos va a querer dar un préstamo”, asevera. Tiene un crédito de 12.000 soles y ningún ingreso para saldar la deuda.
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90 millones de soles perdidos
Según la Dirección Regional de Agricultura de Piura (DRAP), hasta el viernes 22 de noviembre se registraban 62.418 hectáreas pérdidas y 27.332 hectáreas de cultivos transitorios afectadas, como el arroz o el maíz, por la falta de agua. Esto supone pérdidas por 90 millones de soles para más de 15.000 productores de las seis juntas de usuarios que existen en Piura.
Muchos agricultores se endeudaron con cajas y bancos para sus cultivos y casi lo han perdido todo. Foto: Almendra Ruesta/La República
A fines de octubre, el Estado declaró en emergencia a más de 30 distritos de Piura por la crisis hídrica, pero las medidas para mitigar el impacto de la sequía avanzan lentamente, a diferencia de las pérdidas.
Al respecto, el director regional de Agricultura, Antonio Valdiviezo Palacio, sostiene: “Si bien estamos en emergencia, esta siempre viene con restricciones que no nos permiten intervenir rápidamente. Podemos terminar siendo objeto de observaciones”. Entre las acciones que se prevé ejecutar, la más urgente implica la ejecución de pozos tubulares para proveer de agua a los productores. Hasta la fecha, la DRAP ha intervenido en seis pozos en Catacaos y nueve en Sechura. Por su parte, Agro Rural viene realizando los estudios para la rehabilitación, mantenimiento y perforación de 220 pozos.
En esa línea, Valdiviezo informó que desde el Gobierno regional se propondrá al Ministerio de Agricultura la creación de un Reactiva Agrario. Agrega que Agrobanco ya aprobó la reprogramación de todos los créditos en la región Piura. Sobre aplicar esta medida en la banca privada, indica que estos acuerdos se deberán manejar a nivel del Gobierno central.
El limón en riesgo
“Hasta ahora no nos vemos beneficiados con la declaratoria de emergencia, es letra muerta”, comenta Wilfredo Tizón Panta, agricultor de cultivos permanentes como el mango y el limón en el prolífico valle de San Lorenzo. Este sector agrícola recibe agua de un reservorio que lleva el mismo nombre y que hoy se encuentra al 7% de su capacidad. La infraestructura almacena 15 millones de metros cúbicos de agua, por lo que se dispuso un riego al 30% para noviembre y restringir el líquido para las actividades productivas en diciembre.
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“Estamos viviendo una de las peores crisis por la que ha pasado el valle. No estamos hablando solo de pérdida de producción. Si no hay agua de lluvia, vamos a perder nuestras plantaciones de limón, palta y plátano. Vamos a perder nuestro capital de trabajo porque el limón, a diferencia del mango, es una planta que si no recibe agua, se muere”, dice. El valle de San Lorenzo es el mayor productor de limón en Piura, con más de 10.000 hectáreas de cultivo.
Tizón Panta explica lo que supondría la muerte de sus plantaciones de limón: más de tres años de inversión que implica el gasto de miles de soles por hectárea. El cuidado de este cultivo es un trabajo de largo aliento, implica la preparación del terreno y el mantenimiento de la planta hasta que pueda dar fruto.
“Estamos a la espera de que Dios nos dé lluvias. Si para diciembre no tenemos un riego más, solo sobrevivirán los plantones (de limón) de aquellos agricultores que han logrado sacar agua del subsuelo, que son una minoría. Ahorita no es tan factible conseguirlo porque hay escasez de perforadoras ante la demanda. Antes cobraban 400 soles la hora, ahora cobran 800. Los pequeños agricultores no podrán cubrir el costo. Necesitamos maquinaria y bonos para iniciar de cero”, sentencia.
En el valle de San Lorenzo, el limón está en riesgo y los agricultores confían en que lleguen las lluvias para salvar la producción este año. Foto: La República
Sin lluvias en el horizonte
Desde el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), no hay buenas noticias a corto plazo. Pronostican que desde el 30 de noviembre hasta el 10 de diciembre no habrá lluvias en las cuencas que alimentan a los reservorios de Poechos y San Lorenzo. En cuanto al verano del 2025, el funcionario Jorge Carranza Valle detalló que se prevén lluvias dentro de los parámetros normales. Sin embargo, enfatizó que el inicio de estas no supone el ingreso inmediato de agua a los reservorios, ya que antes es necesario que las cuencas se humedezcan tras un periodo de sequía.
Los agricultores entrevistados no sólo se ven afligidos por las actuales pérdidas que vienen padeciendo, sino también por lo que será el año 2025 para el agro en Piura. Fuera del gobierno regional, Lázaro Chunga verbaliza la pregunta que deambula por la cabeza de la mayoría de hombres de campo: ¿qué será de la campaña grande con los reservorios casi vacíos? Para este diciembre, bajo condiciones normales, ya se estaría planificando la campaña grande.
"Es incierto", responde el director regional de Agricultura tras ser interrogado sobre el futuro de la nueva campaña. No obstante, es rotundo al sostener que el reservorio de Poechos debe tener al menos 120 millones de metros cúbicos de agua para iniciar el sembrado de nuevos cultivos para evitar repetir "los mismos errores".