La banda sonora de Miles Davis en “El ascensor para el cadalso”
Una de las cumbres del jazz tuvo a Miles Davis como responsable, pero a la vez enamorado de una cantante francesa. Eran los años 50 y París se había convertido en su mayor inspiración.
La película Ascensor para el cadalso (1957), el primer trabajo del director francés Louis Malle, es una obra maestra. En su momento no fue considerada como tal (obra maestra), pero sin este título, si prestamos atención a su tradición, no se podría entender o apreciar la riqueza del cine negro como registro. Además, fue un trabajo consagratorio no solo para su director, que lo puso en proyección, del mismo modo para sus protagonistas.
Una pareja de amantes (Maurice Ronet como Julien Tavernier y Jeanne Moreau como Florence) planea fugarse tras asesinar al esposo de la mujer, quien de paso es jefe de Julien. Julien y Florence se aman y prueba de ello es el diálogo de ambos en la llamada telefónica inicial, que ya es un clásico, el cual tendría que estar en una antología de las mejores declaraciones de amor en la historia del cine. Cuando el plan parece concretarse, un detalle olvidado por Julien en la escena del crimen cambia el curso de lo que se suponía un plan perfecto. Julien queda atrapado en el ascensor de la empresa.
Julien no aparece a la hora pactada para la fuga y Florence ve algo que la conmociona (una mujer en el auto de Julien) y el mundo emocional se le desmorona y lo busca por las calles de París. Sospecha no es certeza. Florence deambula en plena noche invadida por la lluvia y sintiendo las miradas devoradoras de los inevitables pretendientes al paso.
Escenas como esta, van acorde con la otra joya que regala Ascensor para el cadalso: la banda sonora (también de 1957) a cargo de Miles Davis. El músico grabó la banda sonora viendo la película, sin duda alguna inspirado por el carácter, la sensibilidad y la poesía visual de Jeanne Moreau. Miles Davis tenía razones para que este proyecto sea especial: estaba enamorado de la actriz y cantante Juliette Gréco y París se había convertido en el espacio de su plenitud.
Película en plataformas y la banda sonora en YouTube y Spotify.